Creed III | Reseña

Creed III es la tercera parte del spin-off de la icónica Rocky y a pesar de ello, se siente como el auténtico reinicio, en una historia que parece que tenía que estar lo suficientemente alejada del creador de ese universo, para emprender nuevos vuelos.

La historia detrás de la historia

A estas alturas ya es por muchos conocida la historia de Sylvester Stallone, aquél joven inmigrante italiano que se valió del boxeo para sobrevivir y se inspiró en su propia historia para crear el personaje Rocky Balboa, protagonista de una saga que lo sacaría del anonimato y le brindaría fama mundial.

Pero como suele ocurrir en tiempos oscuros de necesidad, Stallone debió ceder los derechos de su personaje insignia, a su entonces productor Irwin Winkler y aunque por mucho tiempo trabajaron juntos, el intérprete del semental italiano llegó a su límite y explotó contra Winkler e hijos (que también aparecen como productores en las cintas recientes), negándose a volver a participar en la franquicia mientras esa familia esté involucrada.

Una de Rocky sin Rocky

Pese a que la franquicia de Creed había contado con la presencia del boxeador italiano más conocido de la cinematografía, en esta tercera parte no aparece y tampoco se hace mención de su ausencia, se nombra muy de paso en un par de escenas pero nada de peso real.

Ya nada, ya no quiero nada… O sí

Uno pensaría que sin Stallone como conductor de los hilos narrativos, la trama perdería impacto o la esencia que había caracterizado a la saga y no es el caso, diría que (Perdón, Sly, me encantas pero tengo que decirlo) incluso le benefició.

Hablemos de Adonis Creed

Aunque esta saga derivada lleva un apellido distinto, en realidad no era más que un Rocky en otra piel. Apelando a la nostalgia, Creed tomó fuerza al presentarnos al hijo del gran Apollo y al mismo tiempo ver a Rock siendo su guía e inspiración, pero si dejas de lado la nostalgia y los lindos guiños, la historia trata de Creed en función de su mentor, de sus inseguridades por superar un legado y su constante contraste con el pasado. 

Actitud mata carita y a las pruebas me remito

En Creed III, Adonis “Donnie” Creed (Michael B. Jordan) ya es un boxeador consagrado, que ha ganado todo lo que puede ganar y está lo suficientemente satisfecho como para saber en qué momento parar.

Los primeros minutos de la trama sirven para explorar un poco sobre su pasado, su presente y la vida aparentemente resuelta que ya tiene y que consiguió a base de esfuerzo. Pero eso que parecería un cuento de hadas, termina cuando sus errores del pasado vienen a cobrarle factura, de la mano de Damian “Dame-Diamante” Anderson (Jonathan Majors).

Adonis y Damian se conocen desde que vivían en un hogar de acogida, antes de la adopción del primero, se veían como hermanos, hasta que tomaron rumbos muy distintos. Desde el primer encuentro en la edad adulta, se percibe una gran tensión entre ambos y una especie de sentimiento de culpa de parte del protagonista. 

La historia avanza y exploramos la relación de Donnie con los demás personajes de su entorno. Si bien Bianca (Tessa Thompson) no iguala a Adrian, sí se muestra como ese personaje pilar, que le da estabilidad al protagonista, al igual que su mamá Marie Anne (Phylicia Rashad) y su hija Amara (Mila Davis-Kent).

Los tiempos son oscuros pero los valores se mantienen.

Una de las razones que llevó a Sdtallone al colmo de su descontento, es que no le gustó el tono oscuro con el que Keenan Coogler y Zach Baylin estaban escribiendo el guion: 

“Es una filosofía diferente: la de Irwin Winkler y la de Michael B. Jordan. Les deseo lo mejor, pero yo soy mucho más sentimental. Me gusta que mis héroes sean golpeados, pero no quiero que entren en ese espacio oscuro. Siento que la gente tiene suficiente oscuridad”.

Y no puedes negar tal oscuridad, desde el momento que Donnie se muestra en todo momento como un tipo encantador, pero da muestras de no ser perfecto. La película recalca el hecho de que cada uno es responsable de su destino, aunque la manera en que son contadas las cosas, sí te permite entender el sentimiento de culpa de Adonis y la amargura de Dame

Tómame una así como que entreno y no me doy cuenta

Es precisamente la riqueza de sus relaciones con los otros personajes, lo que te permite poner las emociones en perspectiva y son esas relaciones, las que te hacen entender, que aunque no se trate del chico eternamente bueno Balboa, Creed también es un buen tipo que valora lo que realmente importa.

El real antagonista

Así, Jonathan Majors vuelve a demostrar que para él no hay papel menor o irrelevante, no importa si debe cubrir su cuerpo de pintura morada o por el contrario, descubrirlo y salir solo en calzoncillos, su presencia impone, pero también conmueve si el guión lo requiere, y al final te deja esa sensación de: “Ahora quiero ver una franquicia de Dame”

Es este abanico de emociones que maneja Majors, el que te hace notar que el villano es más bien subjetivo y algo intangible, como lo son la culpa, la inexperiencia y el miedo.

Agarrón en el cuadrilátero, agarrón en actuaciones

La réplica que Majors le da a B. Jordan en cada escena, es lo que eleva el nivel de actuación. Tessa Thompson no desmerece en absoluto cuando tiene que ser el contrapeso, pero en la coreografía de pelea, es Majors quien se lleva la cinta. No solo se ve más fuerte y más imponente físicamente, sino que los golpes que parece propinar, se notan más firmes y contundentes. Sin ser experta en boxeo, sí hay un par de lances que hace B.Jordan, que se ven flojos y mal colocados.

Mira Jordan, serás muy Adonis, pero no hay Major que Kang ¡Digo, Damian!

La técnica al servicio de la cinta

Pese a que Rocky no aparece y que la historia NO es sobre salvar su legado, sí hay un par de elementos muy clásicos de la saga que te remiten a ella, como los entrenamientos, la música y la modernización del recurso utilizado para simular el tiempo: Ya en las primeras cintas veíamos cómo nos mostraban los rounds iniciales del combate, para de repente brincar al último. Aquí también lo hacen, pero con un elemento estético más artístico cargado de intención.

¿Knock out o pérdida por decisión?

En resumen, Creed III podría haber tenido mucho qué perder y se arriesgó al hacer algo un poco distinto, cosa que le funcionó. Te sirve ver las películas de Rocky para tener más contexto, pero no es necesario, como no necesitas tampoco las dos anteriores de Creed. Michael B. Jordan se ve cómodo en el papel y Jonathan Majors es una realidad en el cine actual, tengan por seguro que lo seguiremos viendo.

Creed III debuta en cines este 2 de marzo. Si la ves y eres fan de las películas de Rocky cuéntanos ¿Qué te pareció?


Curiosidades covachas

Hay varias referencias a México en la película, las más evidentes: El nombre del nuevo Campeón que se apellida Chavez, el show de su presentación y el cameo del boxeador  Saúl “Canelo” Álvarez.


FICHA COVACHA

Creed III 

Año: 2023

Director: Michael Jordan.

Duración: 116 minutos.

Género: Acción, Drama.

Elenco: Michael B. Jordan,Tessa Thompson, Jonathan Majors, Florian Munteanu, Wood Harris, Phylicia Rashad,Tony Bellew.