La Sirenita | Reseña

La versión live-action de La Sirenita reafirma que el amor puede superar las barreras superficiales que impone la sociedad. Pero ¡pobres almas en desgracia! le falta la magia que logra la versión animada para que pueda convertirse en un clásico.

ALERTA DE SPÓILERS | Esta reseña de La Sirenita incluye spóilers importantes acerca de los cambios que se realizaron para la versión live-action.

SINOPSIS LA SIRENITA

La Sirenita del 2023 es prácticamente fiel a la versión animada de los 90. Ariel (Halle Bailey) es una sirena muy curiosa que ama el mundo de los humanos. Es testigo de un naufragio y se enamora del Príncipe Eric, al que le salva la vida.

Hace un pacto con su tía Úrsula (Melissa McCarthy) para convertirse en humana y poder enamorar al príncipe, pero la Bruja del Mar no le facilitará el camino.

NADANDO EN AGUAS PELIGROSAS

La Sirenita es quizá una de las mejores adaptaciones live-action de Disney de la última década, aunque la vara es muy baja. Es obvio que los fans quieren ver prácticamente la misma película, pero es difícil hacer el cambio sin perder la magia o el ritmo que logra la animación.

La primera parte de la película es lenta y aburrida, siendo la más fiel a la versión animada. Los diálogos y las escenas son prácticamente iguales, pero con el diseño de los animales (que en lugar de ser cutes son grotescos) y los movimientos menos exagerados, las situaciones se sienten desalmadas.

DE MENDIGO A PRÍNCIPE

A partir de de “Pobres almas en desgracia” la cosa cambia para bien, pues agregan escenas que suman mucho a la historia. El desarrollo y la profundidad de Eric permiten empatizar mucho más con él y con la relación romántica entre los protagonistas.

En esta versión, Eric (Jonah Hauer-King) es sobreviviente de un naufragio y fue adoptado por la reina de un lugar caribeño. De ahí su fascinación por el mundo acuático y su sueño de convertirse en explorador. Comparte con Ariel la curiosidad por un mundo más allá del que conoce, a pesar de las trabas que le pone su madre.

Me gustó este cambio porque le da fuerza a la temática del “amor prohibido por la sociedad”. El amor interracial, aún en pleno siglo XXI, sigue siendo mal visto por un alto porcentaje de los estadounidenses, así que era necesario que un protagonista fuera blanco y otro negro para que la metáfora no quedara a la deriva.

¡AY, PAPÁ!

Javier Bardem es un Tritón sobreprotector, similar a la versión animada, pero aquí agregan que culpa a los humanos de la muerte de la mamá de Ariel. Sin justificar las acciones del rey de los 7 mares, puedes entender mejor que haga rabietas y destruya el santuario / museo de La Sirenita.

La única escena que comparte con Úrsula es su mejor participación, pues da su vida para salvar a Ariel sin pensarlo dos veces.

Rey Tritón
“Te crees capaz de hacer estas cosas, ¡pero no es así Nemo!, Digo, Ariel”

BAJO EL MAR

El diseño de Sebastián, Flounder y Scuttle ya ha sido criticado por todo mundo así que no me voy a detener mucho en lo horribles que están. Quizá es cosa mía pero no entiendo la necesidad de Disney de hacer realistas a personajes clásicos, como lo hizo también en El Rey León.

Sebastián mantiene casi intactos sus diálogos de la versión animada. Daveed Diggs hace el acento caribeño con cierto encanto, pero la voz choca mucho con la imagen.

Su momento estelar, Under the sea, queda muy corto comparándolo con la versión animada. No es justo comparar, lo sé, pero imposible no hacerlo en estos casos. Eso sí, al menos estuvo mejor que Be our Guest en el live-action de La Bella y la Bestia.

Extrañé la canción de “Les poisssons”, que en español cantaba Demián Bichir, pero con las modificaciones a la historia (sin la boda con “Vanessa”), no tenía sentido ver al cocinero preparando peces para el banquete.

Sebastián
Listo para hacer una cangre-burger.

RODEADO POR AFICIONADOS

El personaje que más perdió en la adaptación es Flounder. Quizá es idea mía pero siento que hasta lo minimizaron. Y si fue así le hicieron un favor, porque el diseño gritaba “¡mátenme!”.

Con Scuttle tengo sentimientos encontrados. No me molestó su participación pero la voz de Awkafina ¿que nadie puede dirigir a esa mujer?

Lo mencioné en la reseña de Renfield, hace muy bien su único personaje, pero siempre es igual sin importar si es una policía vengativa, la amiga de Shang-Chi o, al parecer, un alcatraz del norte.

Entre cachivaches te veas.
Pobres almas en desgracia… los que diseñaron a estos pesronajes.

LA BRUJA DEL MAR

La Úrsula de Melissa McCarthy está bien adaptada, sobre todo comparada con el bodrio de Jaffar en Aladdin. Es exagerada, caricaturesca y más mala que la carne de puerco, lo que le va bien al personaje y le quita un poco de realismo a la película.

Me agradó que (aunque les quedó chafa) respetaran la Úrsula gigante del final, temía por su existencia luego que en otros live-actions han ido limitando lo fantasioso (como la serpiente gigante de Aladdin o la canción de Scar en El Rey Léon).

Úrsula, la Bruja del Mar
Desde que salía en Gilmore Girls sabíamos que era malvada.

PARTE DEL MUNDO

Dicen los chismosos que el director Ron Marshall eligió a Halle Bailey como Ariel tras escuchar su versión de la canción “Parte de tu mundo”. Y le creo, la niña canta espectacular. Lamentablemente su actuación es medianona.

Vamos, no es nivel telenovela de Televisa y es injusto exigirle excelencia en todo cuando otras personas pueden actuar igual o más chafa sin tanta presión. Pero ya decía Scar: La vida no es justa.

A mí no me sacó tanto de la historia, sin embargo estoy seguro que mucha raza de esa que “no es racista pero…” aprovechará ese detalle para seguir criticando una película que ni piensan ver.

Y no es la única, Jonah Hauer-King tampoco es una lumbrera. Ambos pierden mucho en sus escenas con McCarthy y Bardem, quienes a pesar de que están a medio gas, se los comen sin miramientos.

La Sirenita - Ariel
De lo perdido, lo encontrado.

ENTRE EL PASADO Y UNA NUEVA ERA

El mayor problema que enfrentan estos live-action de Disney, que apelan al valor nostálgico mientras buscan cautivar nuevas audiencias, es que necesitan llegarle a sensibilidades distintas.

Por lo tanto recurren a ligeros cambios que pueden afectar a los espectadores más grandes. E, irónicamente, cuando trasladan escenas diálogo por diálogo, les falta esa magia que sólo logra la animación, y quedan torpes.

Esto no es exclusivo de La Sirenita ni es culpa entera de Ron Marshall. Son riesgos a los que debes de todas estas producciones de Disney.

¡MÚSICA, MAESTROS!

El tema musical se divide en tres partes: Las canciones clásicas, las nuevas y la presentación.

La gran mayoría de las canciones de la original tienen su versión live-action, excepto la ya mencionada “Les poissons” y las “Hijas de Tritón” (a las que de por sí les cambiaron los nombres para que sólo Ariel iniciara con A).

Las presentaciones en general desmerecen en comparación a la versión animada, que tenía momentos maravillosos como los peces y seres marinos bailando y tocando instrumentos musicales. Vamos, si Aquaman pudo hacerlo ¿por qué no La Sirenita? Pero no se atrevieron.

Eso sí, la versión de “Bésala” les quedó hermosa. Te venden muy bien ese enamoramiento, y aunque ya sabes que no van a llegar al beso, deseas que ésta vez lo logren.

Bésala
Ese momento.

ENTRE ARREGLOS Y NOVEDADES

Los arreglos a las canciones de Alan Menken no están tan exagerados como sucedió con los de La Bella y la Bestia, lo que se agradece y permite poderlas cantar mientras las escuchas. Aquí va mi mea culpa de que no estoy tan familiarizado con las versiones en inglés, por lo que si hay cambios o no en las letras, no los noté y pude disfrutarlas sin problema.

Las nuevas melodías son compuestas por el mismísimo Alan Menken (música) y el nuevo consentido de la casa del ratón Lin-Manuel Miranda (letra). Tristemente no están al nivel de Speechless (la nueva canción en Aladdin), sintiéndose sosas.

El rap de Scuttle con Sebastián hasta da penita ajena, la verdad. Sin problema nos podíamos ahorrar la canción de Eric. Sin embargo no todo está para llorar. “For the first time”, la canción de Ariel cuando conoce el mundo del hombre, tiene cierto encanto clásico.

EL NO TAN MÁGICO MUNDO DE DISNEY

La parte más triste de la película son los efectos especiales. No estoy seguro a dónde se fueron los más de $250 millones de presupuesto pero estoy seguro que no fue al CGI.

Siendo justos, en sala de cine se ve un poco mejor el efecto bajo el mar que lo que me parecía en YouTube. Quizá el ambiente de la sala, entre lo oscuro y el sonido, le tira paro. Pero sí se ve muy chafita, sobre todo comparado con otros mundos acuáticos que hemos visto en últimos años, unos incluso de la misma compañía como los de Pantera Negra: Wakanda por siempre o Avatar 2.

Claro que ésta versión de la Atlántida necesitaba su identidad y no podían fusilarse esas, o la de Aquaman, pero ¡vamos, Disney! Las princesas son tu producto principal, un poquito más de amor no caería mal, y por amor me refiero a pagarle mejor a tu gente de efectos especiales.

Y no me hagan hablar de esa Úrsula gigante, que está a unos tres píxeles de parecer efecto de inicios del milenio.

La Sirenita - Bajo El Mar
Si no traían ganas mejor no lo hubieran hecho.

NADANDO AL FINAL

Bueno, mucho rollo para una película que seguramente desde hace meses ya habías decidido si la irías a ver o no.

Yo, evidentemente, ya sabía que la vería al menos una vez, y con esa me quedaré. Es una buena adaptación, que enriquece la historia con nuevos detalles y, vocalmente, ofrece buenas nuevas versiones de las canciones clásicas.

Tiene sus problemas, como todo live-action Disney inspirado en sus animaciones clásicas, pero dentro de todo está entre los mejorcitos que nos han entregado (aunque la vara está baja).

Ya dije.


FICHA COVACHA

LA SIRENITA
(The Little Mermaid, EUA, 2023)

Dirección: Ron Marshall.
Guión: David Magee.
Elenco: Halle Bailey, Jonah Hauer-King y Melissa McCarthy.

Estreno en México: 25 de mayo, 2023.
Romance / Fantasía | Disney | Clasificación A | Duración 2h 15m