Predator: Una franquicia interminable

Imaginen un mundo en donde los traílers de películas sólo los puedes ver en el cine, que no hay tantas revistas especializadas y las reseñas ocasionalmente las puedes leer en el periódico. Olviden que existe Internet y las opiniones anticipadas de la gente. Ahora, quiten esa sensación de “ya he visto todo” que nos inunda al ver filmes de ciencia ficción y suspenso, añadan la incertidumbre de no saber qué es lo que vas a presenciar en el complejo cinematográfico, porque ni el póster te dice de qué va la trama… ¿Listos? Bienvenidos a 1987: año en el que se estrenó Predator.

Hasta parece póster de Commando.

¿Qué habrán sentido las personas que vieron por primera vez esta cinta? Quizá muchos de nosotros ya la hayamos disfrutado (¿será conveniente poner un aviso de spoiler?), pero sin los elementos que anteriormente mencioné, es una película que no sabes de qué va hasta que ocurre el primer asesinato… y eso es decir mucho, porque la figura del cazador aparece como por la mitad de la historia: sólo sabes que “algo” está en plan de safari en medio de una jungla en Centroamérica.

Lo que parece una película de género bélico, más los esteroides de Arnold Schwarzenegger (lo tuve que buscar en Google, aún no sé escribirlo apropiadamente), se transforma de forma brusca en una cinta de suspenso y al final en una de acción pura. Quizá el momento más impactante es cuando ese ser de otro mundo se quita la careta, que le ayuda a mejorar su visión térmica: Ese rostro monstruoso, lleno de colmillos y de carne gelatinosa, de ojos demoniacos y fiereza animal.

La belleza de Predator no es de este mundo.

Arnold no está solo, los que destacan en esta película son Carl Weathers (el Apollo de las películas de Rocky), Bill Duke, Jesse Ventura (ex marine, ex, locutor, ex político, ex luchador… vamos, no dudo que haya sido hasta plomero) y la mexicana Elpidia Carrillo.

Sus escenas de violencia llegan a ser explícitas y dignas de una película de terror (brazos desmembrados, sangre por doquier, cráneos atravesados, cuerpos humanos puestos como reces); gracias a ellas, la película llega a buenos niveles de dramatismo, porque no sabes si quedará alguien vivo al final. En el tercer acto de la película, Schwarzenegger sobrevive y encuentra la forma de nivelar en estrategia al cazador y hasta parece que cambian los roles… parece.

A ver muchachos: Hagan pose de tipos malos, pero muy malos.

¿Por qué les escribo sobre Predator? En una de esas páginas en las que se dedican a clasificar películas (adivinen: “quítale lo divertido, ponle lo aburrido…”) decían que la franquicia “ha tenido más cintas olvidables que memorables”, lo cual es una frase un poco injusta.

La secuela de 1990, dirigida por Stephen Hopkins y protagonizada por un Danny Glover (el de Lethal Weapon) en su mejor papel en una cinta de acción, trasladan la acción a un distópico y violento 1997 en la ciudad de Los Ángeles, donde un policía con los pantalones bien puestos casi llega a matar a uno de los cazadores espaciales.

¡Vaya que Murtaugh sufrió para derrotar al Depredador!

Ni hablar de Predators (2010) en donde un grupo de asesinos son transportados hacia otro planeta para sobrevivir a una serie de Depredadores superiores, que usan ese lugar para probar sus mortíferas habilidades.

Inclusive la primera película de Alien vs Predator (2004) mezcla de forma orgánica su mitología con la del Xenomorfo y nos presenta una alianza inesperada entre una humana que busca sobrevivir y un cazador infectado (y que es pretexto para una segunda parte tan mala como los embutidos).

Tan generosa ha sido la franquicia que ha dado para videojuegos como los de Capcom, una incorporación a Mortal Kombat, una serie de cómics para Dark Horse y crossovers inolvidables con Superman, Batman Judge Dredd y hasta Archie.

Para derrotar a un ser del otro mundo es necesario ponerse armadura.

¿Alguien puede negar la importancia de Predator en la cultura del entretenimiento? Todo mundo tiene una opinión y es muy respetable, pero yo no puedo más que emocionarme cada que veo esta película y con ello permanecer a la expectativa del nuevo filme que se nos viene en 2018, con Thomas Jane como protagonista y probable rival del matón alienígena.

En este 2017 Predator cumple 30 años. Es un concepto que tiene mucha tela de dónde cortar para darnos más sangre, cuerpos desmembrados, visiones calóricas y trofeos de cacería por muchos años más.

En México, Cinemex exhibirá este fin de semana la primera cinta de la saga, por lo que es un buen pretexto para revivir toda la gloria de esos días en los que la información de internet no te echaba a perder una película y no sabías qué esperar de ella.

Felices 30 años, Predator.

¿Cuál es tu película favorita de Predator? ¿Has leído algún cómic, editado por Dark Horse? Cuéntanos en los comentarios.