Raya y el Último Dragón – Reseña

Cine Permanencia Involuntaria

En una tierra mágica llamada Kumandra, conviven en paz humanos y dragones, y para dejar muy en claro que hay dragones, hasta su mar interior tiene la figura de esta criatura mitológica, digamos que es como si San Luis Potosí fuera un reino donde los perros son mágicos y hablan.

HABÍA UNA VEZ

Todo era dicha y felicidad hasta que atacan los Drunn, una raza de espíritus que roban la fuerza vital de los seres vivientes y los convierten en piedra, los dragones combaten contra ellos, pero fallan, sin embargo, Sisu, la última dragón, se sacrifica y concentra su magia en un orbe que logra repeler a los Drunn y regresa a los humanos a la normalidad, mas no al resto de los dragones.

500 años después, Kumandra se ha dividido, cual cartel de carnicería, en 5 tribus: Colmillo, Espina, Garra, Cola y Corazón, siendo este último donde el orbe es resguardado por Benja, jefe de la tribu y padre de Raya, su sucesora.

Benja tiene la esperanza de reunificar Kumandra, así que invita al resto de dirigentes a una reunión de paz, sin embargo, un error de Raya y la traición de Colmillo trae como consecuencia que el orbe se rompa y los Drunn nuevamente invadan el mundo.

Seis años después, Raya busca reunir los fragmentos del orbe y despertar a Sisu, quien se cuenta que realmente no murió, sino que se encuentra dormida en alguno de los ríos de esa tierra, con la esperanza de que ella logre derrotar a los Drunn y volver a la normalidad a la, cada vez más grande, cantidad de gente convertida en piedra.

Si vieron el trailer, saben que logra despertar a Sisu, pero como si hubiera sido víctima del blip de Marvel, a pesar de que pasaron 500 años, para ella sólo ocurrió un instante desde la guerra con los Drunn, así que mientras viajan por el mundo, para recuperar los fragmentos del orbe, la va poniendo al día de cómo son las cosas ahora.

Una historia cuyo tema central es la confianza, ya que para tener éxito en su misión, Raya debe volver aprender a confiar en la gente, aun en aquella persona que la traicionó y que a sus ojos causó que todo se fuera al diablo en primer lugar.

Una cinta visualmente hermosa, con una protagonista más acorde a los tiempos modernos, fuertes y sin necesidad de un interés romántico (a menos que le hagan caso al shippeo que ha surgido entre quienes la han visto), a pesar de ciertas concesiones del guión para darle un final de “Todos vivieron felices para siempre, because reasons”.

VOLANDO ALTO

Raya y el último dragón tiene una historia interesante que en otros tiempos la hubiera convertido en el éxito taquillero animado del verano, aunque la pandemia no ha evitado que la todopoderosa compañía del ratón invada con mercancía las tiendas.

A falta de cines, Disney ha puesto la cinta en su plataforma Disney+, con Premier Acces que tiene un costo de $329, o pueden esperar un mes a que esté gratis para todos los usuarios de la plataforma.

Como dato curioso, cuando las primeras imágenes de la película salieron a la luz, Raya fue acusada de plagiar a Avatar: The Last Airbender por el parecido físico de algunos personajes y el diseño visual de sus mundos, me parece que las similitudes se deben a que ambas toman elementos de la cultura asiática, así que más bien podríamos acusar de apropiación cultural a las dos, aunque los abogados dirán que no es plagio, es homenaje.


Reseña publicada originalmente el 12 de marzo, 2021.