Llegamos al noveno episodio, el final de esta la trilogía de Star Wars orquestada por el Ratón, y el final de la Saga de los Skywalker que inició hace más de 30 años. Llegamos a Star Wars: El Ascenso de Skywalker, dirigida por J.J. Abrams con guion de él y Chris Terrio.
Si tuvieron la oportunidad de leer mis dos reseñas anteriores de esta trilogía sabrán que en general tuve una respuesta muy positiva. Me gusta bastante El Despertar de la Fuerza y AMO Los Últimos Jedi (fácil una de mis películas favoritas de la última década), así que con todo y el drama detrás de cámaras, la verdad queria que me gustara el Episodio IX. Pues bueno, esto no salió como esperaba.
ALERTA: Esta retro-reseña tiene grandes spóilers.
LA NOTA ACLARATORIA
Antes de iniciar creo que es necesario tocar el tema del guion de Colin Trevorrow que se filtró en línea para lo que originalmente iba a ser el Episodio IX, antes de que Lucasfilm decidiera el regreso de Abrams a la franquicia.
En general los fans opinan que este guión hubiera resultado en una mucho mejor película. Lo que logré leer de este libreto me pareció, al menos, más interesante y consistente con la evolución de esta trilogía. Lamentablemente nunca sabremos cómo habría resultado y, siendo honestos, los “fans de verdad” la habrían odiado de cualquier manera.
EL LADO POSITIVO DE LA FUERZA
Primero hablemos de lo bueno. Las actuaciones son excelentes. Esta trilogía tiene un elenco de primera y todos los actores logran vender sus escenas y diálogos por absurdos y vacíos que sean. Especialmente Adam Driver y Daisy Ridley como Kylo Ren y Rey respectivamente. Sus escenas juntos son por mucho lo mejor de la película.
Sobre ellos, sus dos enfrentamientos, el que tienen a través de la Fuerza mientras están distintas locaciones y el que ocurre en las ruinas de la Estrella de la Muerte, son tan épicos y creativos que se merecían una mejor película.
Esta es una película cara y se nota, todos los efectos especiales y escenas de acción se ven muy bien, aunque extraño el interesante uso de colores que vimos en el episodio anterior y Hexogol es una locación aburrida fuera del Templo Sith. La combinación de estos elementos logra hacer una película divertida, que no me arrepiento de ver.

EL TROPIEZO DE SKYWALKER
Habiendo dicho lo anterior, creo que The Rise of Skywalker tiene el peor guión de la saga, que no es lo mismo a que sea la peor película. Está muy por encima de El Ataque de los clones, pero me cuesta recordar una película de este nivel que me generara esa sensación de haber sido filmada con el borrador en vez de con el libreto terminado. Y no es que el guión sea horrible, puedes ver el potencial, sólo que está tan poco pulido, que es muy obvio que necesitaba todavía varias pasadas antes de ser filmado.
Regularmente no me enfoco mucho en cosas como agujeros de guión o supuestas fallas de lógica, creo que a veces hay que aceptar ciertas cosas, sobre todo cuando estamos viendo una película de ciencia ficción/fantasía sobre magos espaciales.
Sin embargo, esta cinta se dispara en el pie por sí sola en más de una ocasión, creando problemas que después no sabe cómo resolver, pero que podría haberse evitado al no crearlos en un principio.
La mayoría señalará la “muerte” de Chewbacca y todo el asunto del otro transporte, y tendrían razón, toda esa serie de eventos está muy torpemente armada, sin embargo, quiero señalar un momento más pequeño pero que creo ejemplifica bastante bien lo poco trabajada y apresurada de la historia.
Cuando Kylo Ren está hablando con sus almirantes acerca de la flota de naves Sith que el emperador supuestamente les va a regalar, uno de ellos menciona que no tienen suficiente personal para manejar los Star Destroyers y que tendrán que intensificar el reclutamiento. Sin embargo, cuando por fin aparecen las naves, ya tienen tripulación con todo y nuevos uniformes. Así que ¿De dónde salieron estas personas?
Si la película no hubiera señalado específicamente que la Primera Orden no tenía el personal necesario yo simplemente hubiera asumido que se trataba de su gente, digo, nunca me pregunté de dónde sacó los recursos el Imperio para la segunda Estrella de la Muerte, es un imperio galáctico malvado, tienen gente a la mano.
Pero aquí establecen como un punto en la trama el hecho de que NO tienen esa cantidad de personal, así que ¿de dónde salieron? Esto se habría podido evitar simplemente eliminando esa línea de dialogo.
La película tiene muchos problemas de este tipo. Cuando Rey y compañía llegan al planeta donde están las ruinas de la Estrella de la Muerte, nos dejan muy claro que NO es posible cruzar el mar para llegar al destructor de planetas. Sin embargo, inmediatamente después vemos dos embarcaciones diferentes hacerlo sin mucho problema.
O por ejemplo, la cámara trata con gran importancia a los Caballeros de Ren, pero la historia no hace nada con ellos, y así varios ejemplos más. Este tipo de errores son muestra de una película que se hizo con prisa, donde no fue posible tomarse el tiempo necesario para cuidar este tipo de detalles.

CUANDO LA NOSTALGIA TE DOMINA
En mi reseña de El Despertar de la Fuerza mencioné que J.J. Abrams era la persona perfecta para relanzar la franquicia, y lo sostengo, pero también opino que fue la peor elección posible para concluir esta nueva saga.
Se trata de un director casi obsesionado con la nostalgia, con replicar lo que a él le apasionó cuando era niño. Esto funcionó antes porque eso era lo que necesitábamos para volver al mundo de Star Wars, algo que se sintiera seguro con un toque de lo nuevo para aderezar.
Muchos han criticado, no injustificadamente, a El despertar de la Fuerza por lo mucho que se parece al Episodio IV, sin embargo, en el centro de esa película había ideas nuevas, Rey y Kylo eran personajes diferentes a lo que habíamos visto antes. Esa es la razón por la que los Episodios VII y VIII funcionan tan bien en conjunto, el primero nos recuerda al pasado, recreando una historia que ya vimos con nuevos personajes, y el segundo nos amplia el horizonte y traza nuevos caminos, llevando a esos personajes a nuevas conclusiones.
El Ascenso de Skywalker no hace ninguna de las dos y se limita solamente a repetir notas de la trilogía original esperando llegar a algo significativo. Y tal vez eso sea lo que más me decepcionó de esta película, que no tiene nada nuevo que decir sobre Star Wars. En cada ocasión que hubo la oportunidad de ir a algún lugar interesante o explorar algo diferente, decidió mejor volver la vista atrás y recurrir a la siempre confiable nostalgia.

PERO SIGUE SIENDO REY
Rey es quien más sufre por esa obsesión del director por no poder soltar el pasado. Ella, durante dos películas, logró convertirse en un personaje interesante y complejo que encajaba a la perfección en el esquema de héroes de Star Wars. Ella, al igual que Luke y Anakin, estaba buscando su lugar en el universo, pero mientras que la historia de Anakin era sobre lidiar con el asunto de ser El Elegido y la de Luke acerca de recuperar y redimir el legado de su familia, la historia de Rey trataba de descubrir quién es ella y cuál es su papel en el gran drama de Star Wars.
En Los Últimos Jedi nos dijeron quién NO es ella. Básicamente, no es Luke y su papel no es redimir el pasado ni reconstruir a los Jedi, sino encontrar algo nuevo.
Después de eso, esta película decide volver a explicarnos quién NO es Rey, en vez de definitivamente responder la pregunte de quien SÍ es. Repite el momento de “Yo soy tu padre” cuando nos revela que ella es la nieta de Palpatine, pero el equivalente a este momento ya lo habíamos visto en The Last Jedi, cuando descubre que sus padres no eran nadie importante y que ella no era heredera de un gran legado.
La revelación fue impactante con Luke porque su lucha era por preservar el legado de su padre, el gran caballero Jedi, sólo para descubrir que en realidad se trata de uno de los hombres más malvados de la galaxia. Con Rey funcionó anteriormente por que ella esperaba una revelación similar que la estableciera como miembro de algo y definiera su lugar en este universo, y ahora tenía que lidiar con saber que eso no ocurriría y que ella debía de encontrar su propio camino.
Esta segunda revelación no surte efecto porque no encaja con la historia que nos estaban contando de Rey. Su drama nunca fue sobre si ella era bueno o mala, nunca fue una lucha contra sus peores instintos, sino por pertenecer a algo. La idea de que ella sea nieta de Palpatine no sólo resulta intrascendente, sino que vuelve el universo de Star Wars más pequeño, ya que ahora sí todos los personajes importantes tienen que estar relacionados con alguien que ya conocemos.

ENCUENTRO MOLESTA TU FALTA DE AMBICIÓN
Tal vez lo más triste de esta cinta es lo poco ambiciosa que resulta al final, no solo no hay nada que se sintiera novedoso, sino que la propia narrativa es poco ambiciosa en su ejecución. La película parece tener miedo de hacerte sentir algo que no sea diversión, “mata” a dos personajes clásicos para inmediatamente echarse para atrás por miedo a que la gente se ponga muy triste.
Uno de los pocos momentos que genuinamente me causaron una reacción es cuando Chewbacca se entera de la muerte de Leia y comienza sollozar, te das cuenta de que ya no le queda nadie, que se ha quedado solo, dura poco, pero funciona, tristemente nunca se les permite a los demás personajes tener un momento así.
Incluso la muerte de Kylo, que debió ser el gran clímax de la saga, se deja de lado tan rápidamente, que Rey parece increíblemente poco afectada por lo que ocurrió a pesar de que la cinta insiste en lo fuerte que es la conexión entre ellos dos. Pero su reacción es algo como “bueno, fácil llega, fácil se va”.
Poe y Finn son básicamente adornos, no tienen un arco o algo que ofrecer fuera de sus simpáticas interacciones y de un par de escenas que básicamente te gritan “MIREN, NO SON GAYS”. Ambos personajes tuvieron arcos bastante completos al final del Episodio VIII, así que no me molesta tanto esta situación.
Los personajes toman decisiones y van a lugares sin una razón real, escenas existen únicamente para que digamos “mira, un personaje/lugar clásico de la saga” o ¿qué otra razón había detrás de la aparición de Luke para simplemente repetir el mensaje que ya nos había dado en The Last Jedi? Todo esto evita que la película llegue a un climax emocional real y más bien simplemente termina.

QUE LA FUERZA NOS ACOMPAÑE
The Rise of Skywalker no es una buena película. Es divertida y tiene buenas actuaciones y momentos, pero en general, no me gustó. No ofrece nada nuevo e interesante e incluso creo que falla en tocar las notas de siempre ya que no parece entender por qué funcionaron en primer lugar.
Ni siquiera la sentí como una conclusión, fuera de Kylo, ninguno de los personajes parece llegar a ningún lado o concluir algún viaje. La verdad espero que Disney le dé otra oportunidad a este elenco, porque esta película me parece una nota muy triste para dejarlos ir.
Pero bueno ¿qué significa esto para mí, un fan desde que era pequeño? ¿Creo que Star Wars está arruinado? Pues no realmente, durante gran parte de mi vida sólo hubo seis películas de Star Wars y sólo me gustaban la mitad, ahora hay otra en la categoría de “no me gusta”, cosas que pasan.
Además, si El Ataque de los Clones no pudo matar Star Wars, nada lo hará.

Lee los artículos de La Era Disney de Star Wars escritos por Isaac de la Rocha.