James Bond 007: Eidolon – Reseña

Derrochando opiniones

Publicado originalmente por Dynamite y traído a nuestro país por Panini Comics nos llega este relanzamiento del agente secreto más famoso del mundo, lo cual supongo que es contraproducente en esa línea de trabajo.

Escrita por Warren Ellis y dibujada por Jasón Masters, esta serie constó de 12 números divididos en dos arcos argumentales, de 6 números cada uno, y representa el primer cómic del 007 publicado en más de 20 años. Así que veamos que tan buen trabajo hicieron estos señores.

EL ESPÍA QUE ME AMÓ

Los dos arcos que comprenden esta etapa funcionan de forma independiente. Apenas existe una ligera continuidad y ambas son aventuras auto conclusivas que sólo comparten el mismo elenco.

La primera, Vargr, es por mucho la más débil y a la vez la más intrigante. La trama es bastante básica, Bond es enviado a Berlin a investigar el tráfico de una nueva y destructiva droga que ha comenzado a aparecer en las calles de Londres.

El problema con esta historia es que nuestro protagonista básicamente sólo va por ahí tropezándose con los villanos, los cuales entran en pánico y luego alguien muere. Realmente no existe una tensión a lo largo de toda la trama fuera de las excelentes secuencias de acción.

El escritor parecía querer hacer más una especie de sátira del 007, su actitud de galán es manejada como algo ridículo, se hacen referencias a temas como el papeleo y carga de trabajo, su jefe lo ve como un instrumento burdo al que no respeta mucho e incluso la historia principal tiene un toque mundano, como si sólo se tratara de otro día en la oficina, con Bond mostrándose tan interesado como quien va a sacar un pila de copias.

Esto se presta a un análisis interesante sobre el hecho de que para nuestro héroe este es literalmente su trabajo, como si una misión para asesinar a alguien es un trabajo sencillo mientras que las investigaciones resultan engorrosas y tardadas, o como la muerte de otro agente causó que ahora 007 lleve la carga de trabajo de los dos, como cuando despiden al otro ingeniero y ahora tú debes de llevar las dos áreas.

El problema es que aunque temáticamente puede resultar interesante, no se refleja en una lectura particularmente disfrutable. Provocando que por momentos sientas que estás viendo un capitulo muy serio y poco gracioso de “Archer”.

Hasta los espías tienen que comer y pagar la renta.

NUNCA DIGAS NUNCA

La segunda historia, Eidolon, es bastante diferente. Bond debe traer de vuelta a una agente del MI-6 encubierta en la embajada Turca de EUA cuando ella inadvertidamente descubre una posible amenaza para las agencias de inteligencia del mundo.

Aquí Ellis se deshace de todos esos toques “ingeniosos y satíricos” que plagaron a Vargr, enfocándose en contar una historia digna de cualquier película del agente. La trama es más simple pero más emocionante, con un misterio central que resulta realmente interesante y una verdadera sensación de peligro para los involucrados.

Igualmente se le da oportunidad de brillar a los secundarios, con M, Moneypenny y un par de nuevos personajes participando en la acción en distintas capacidades, y por supuesto un villano realmente peligroso.

El escritor incluye un tema acerca de cómo las naciones crean a sus enemigos y la manera en que los soldados son usados y desechados por las personas en el poder, y por supuesto el uso de violencia en contra de los enemigos del estado. Pero en general permite que la historia se disfrute en un nivel más básico, dejando ese como un trasfondo.

Me alegra que Ellis decidiera dejar de lado ese tono de “Godinez de acción” que plagó a su primer arco para ofrecernos una segunda historia realmente emocionante y divertida, pero que a la vez logra el objetivo de ser una saga de Bond para adultos.

No importa que seas un personaje de cómic ¡eso tiene que doler!

VIVE Y DEJA MORIR

La caracterización de Bond es algo que me resulto bastante interesante y que se mantuvo constante durante las dos historias.

007 se presenta como una efectiva máquina de matar, un hombre encantador y atractivo, pero para quien la violencia es algo natural; no es tonto o simplón, pero se deja claro que su principal talento es repartir castigo físico.

Frio y distante, el autor decide mantenernos fuera de la mente del protagonista, nunca explorando sus motivaciones o razonamientos. Permitiendo disfrutar de la acción e intriga, pero dejándonos la opción de, como lectores, discutir la clase de persona que debes ser para que matar a alguien con una pala sea más o menos igual de interesante que cambiarle el toner a la impresora.

Bond presumiendo su pistolón.

SÓLO VIVES DOS VECES

El trabajo de Jason Masters a los lápices es excelente. Su trazo es limpio y claro, tiene un buen manejo de las perspectivas, los rostros de los personajes son expresivos y diferentes entre sí; tiene un buen manejo del lenguaje corporal, ofreciéndonos un Bond que siempre se ve confiado y relajado, y a un M serio y siempre en control de la situación.

Pero donde el arte destaca más, donde confieso me dejó boquiabierto, es cuando comienza la acción. Tanto en la decepcionante Vargr como en la superior Eidolon, este hombre nos ofrece varios excelente momentos de gloriosa violencia.

Es muy claro que prestó mucha atención a la coreografía, ritmo y geografía en cada uno de estos momentos, permitiendo que sigamos la situación con perfecta claridad. El artista evita las imágenes para el poster y las splash pages, en cambio ofrece perspectivas y el acomodo de paneles que más fácilmente nos permitan seguir lo que está ocurriendo.

Y lo que ocurre es que nuestros personajes pasarán páginas y páginas pateándose, atropellándose, disparándose y en general golpeándose con cualquier objeto disponible. Pero aunque emocionante, el arte no ignora los detalles desagradables, retratando con lujo de detalle la clase de daño que los personajes están sufriendo.

Incluso decide arriesgarse con uno de los más grandes NO-NO-NO de los cómics e intenta plasmar una persecución en auto que, en general, le queda bien, pero creo que es momento de aceptar que el arte secuencial no es el mejor medio para narrar este tipo de situación.

Durante los momento de violencia, Ellis da un paso atrás, eliminando casi todo diálogo y permitiendo que el dibujo nos cuente lo que está pasando. Esto le da un tono más crudo y realista a estos momentos, evitando las frases chulas y las posturas de héroe de acción.

Igualmente la caracterización de James Bond se ve reafirmada, mostrando a un hombre eficiente y brutal, no cruel y sádico, pero que claramente ve esto como un trabajo y no muestra compasión o remordimiento.

Imágenes estáticas con gran movimiento.

SÓLO PARA TUS OJOS

Los dos tomos de James Bond han aparecido dentro de la línea 100% HD (si alguien sabe qué significa ese título por favor háganmelo saber) de Panini Cómics, lo que significa que son tomos en pasta blanda con papel y portadas de buena calidad y un encuadernado pegado.

No traen ningún extra, pero creo que la relación costo-calidad es muy buena. Televisa debería fijarse en estos tomos considerando la pobre calidad de sus Besteller y Showcase.

CON LICENCIA PARA MATAR

Creo que Ellis y Masters en general hicieron un buen trabajo en el título, es claro que el escritor quería intentar algo con su primer arco que realmente no le funcionó y que afortunadamente decidió abandonar para el segundo, ofreciéndonos un cómic más simple temáticamente, pero mucho más disfrutable en todos los sentidos.

Y por supuesto el arte hace mucho para que, aún en sus momentos más débiles, se trate de un título muy disfrutable. Quien sea que lo remplace en los lápices tiene unos grandes zapatos que llenar.

Mi recomendación seria: Compren Eidolon, y si les gusta mucho y definitivamente quieren más de este equipo creativo, denle una oportunidad a Vargr, tal vez pídanlo prestado.

Bond. James Bond.