The Magic Order – Reseña

deROCHAndo opiniones

A inicio de junio, Panini Cómics lanzó en México la edición especial The Magic Order, obra de Mark Millar y Olivier Coipel que sigue a la familia Moonstone, miembros de la Orden Mágica, una organización formada por varias familias de magos dedicadas a defender al mundo de distintas amenazas sobrenaturales.

Todo inicia cuando el clan liderado por Madame Albany comienza a asesinar al resto de la Orden con ayuda del poderoso mago conocido solamente como El Veneciano, pero vayamos por partes.

ABRACADABRA

Si han leído mis artículos, tal vez sepan que no soy lo que llamarías un fan de Mark Millar, especialmente en lo últimos años. Mi queja principal es que sus cómics se sienten más como propuestas para películas o series de televisión que como obras completas. Usualmente sólo contienen la caracterización y la mitología necesaria como para intrigar a algún productor y vender la idea.

The Magic Order tiene ese problema, pero es tal vez lo mejor que he leído del autor en mucho tiempo. Aún así, tiene muchos problemas, la mayoría por lo poco ambicioso que es.

Primero, la duración. Esta historia es demasiado grande para ser contada en sólo 6 números, por lo que la historia debe avanzar muy rápido. Para el final del número dos la situación ha llegado a un punto catastrófico, con la Orden prácticamente puesta de rodillas, pero sólo hemos tenido dos capítulos para conocer a estos personajes, y menos tiempo que ese para familiarizarnos con la organización o cómo funciona.

Por ejemplo, al principio los protagonistas se ven limitados a responder los ataques de Madame Albany, ya que aunque están seguros, no tienen pruebas de que ella es la que está asesinado a los magos del mundo, pero nunca nos explica cuáles serían las consecuencias de “romper las reglas” y atacarla sin pruebas.

Tampoco nos muestra quién aplicaría ese castigo, ya que no parece haber ninguna entidad reguladora por encima de la Orden, o siquiera más familias que actúen en su contra. En todo momento parece que el conflicto es al interior de la Orden, que (hasta donde se ve) es un organismo bastante unificado, salvo ese pequeño grupo de rebeldes.

Lo corto de la historia también afecta la caracterización de los personajes, que no reciben la atención debida. A todos se les da un problema de personalidad para que parezca que son personajes bien desarrollados: Leonard es un infiel crónico, Cordelia es una ebria problemática, Gabriel tiene una historia triste y Regan, bueno, él no recibe ni eso.

Pero nunca llega más allá de mencionar sus problemas, nunca vemos cómo esos defectos afectan sus vidas o las relaciones entre ellos. No pasamos suficiente tiempo con ninguno para ver las consecuencias.

Curiosamente los que salen mejor parados en este campo son los villanos. Tanto El Veneciano como Madame Albany tienen motivaciones interesantes (y comprensibles) que justifican sus acciones. Además, cuentan con diseños muy atractivos, convirtiéndolos en los mejores personajes de la historia y con quienes quieres pasar más tiempo.

BI BI DI, BA BI DI-BÚ

Me gustó lo creativos que se pusieron con el uso de la magia, como atrapar el alma de un enemigo en una fotografía o jalar a un monstruo de la pesadilla de un niño para asesinar a un mago. Ese tipo de actos resultan a la vez geniales y creativos, mientras nos dan una clara idea de lo aterrador que puede ser este mundo.

Tristemente esta creatividad no se traslada a los duelos mágicos. Aquí los conflictos se desarrollan mayormente de dos maneras: o El Veneciano aparece y usa algún hechizo del que parece no hay ninguna defensa, ya que sus enemigos sólo mueren sin hacer nada, o los magos comienzan a lanzarse rayos de sus varitas.

Se trata de adversarios que pueden alterar la realidad con sus poderes ¿por qué sólo recurren a lanzarse rayos? Quiero verlos usar distintas técnicas que el otro tenga que contrarrestar de forma ingeniosa. Si tu enemigo te atrapó dentro de un auto que se está llenando de agua, pues haz algo para escapar y que obligue al otro a responder.

Llegar tarde con estilo, estilo covacho.

LA HORA CHIMENGÜENCHONA

El arte corre a cargo de Olivier Coipel (Thor), con colores de Dave Stewart (Hellboy), con un equipo creativo como éste, uno no puede esperar nada menos que absoluta calidad.

Coipel es uno de los dibujantes más cotizados de la actualidad y hay una muy buena razón para eso, sus dibujos son una perfecta mezcla entre detalle y dinamismo, sus viñetas nunca están quietas, siempre hay movimiento.

Aquí se luce con las representaciones de la magia, dándoles el necesario sentido de maravilla a momentos como ver a los magos caminar a través de una pintura, o de terror cuando ves a una persona ser borrada de la realidad para ser remplazada con otra.

En el lado del diseño no hay mucho qué decir, hace un buen trabajo donde hay oportunidad como con El Veneciano, pero en general ésta historia no le pide mucho, por lo que se inclina más por un ambiente moderno-realista.

El coloreado de Stewart, como siempre, es excelente. Este hombre tiene bien merecido su lugar como uno de los mejores coloristas de la historia, por lo que mi queja es muy subjetiva y personal, ya que se inclina por un estilo más bien oscuro – y lo entiendo debido al contenido de la historia – pero siempre he preferido el trabajo de Coipel con colores más brillantes que resalten sus líneas.

Así va la vida…

ALAKAZAM

Por el lado de la edición mexicana, Panini entrega un producto bastante atractivo: Pasta dura, barniz a registro en la portada, hojas de buena calidad y un atractivo diseño a (lo que creo es) un precio razonable.

Los extras son par de hojas con bocetos, las portadas variantes y las biografías de los autores, lo cual es decepcionante, habría sido bueno ver un poco más del proceso de desarrollo, pero esto es igual a la edición estadounidense.

Quizá esta reseña resultó más negativa de lo que esperaba. En realidad se trata de un cómic bastante entretenido con momentos muy interesantes y dibujo de primer nivel, pero su principal problema es que deja ver que podría haber sido mucho más.

Todas las piezas están ahí para una historia mucho más interesante, pero Millar se rehusa a utilizarlas, a construir y desarrollar lo que nos está contando, y al final nos quedamos con una historia divertida, pero que se siente como un anuncio de, lo que espero, sea una buena serie de televisión.

Humor negro, como lo recetó el doctor.

FICHA COVACHA

THE MAGIC ORDER – LIBRO UNO
Escritor | Mark Millar
Artista | Olivier Coipel
Colores | Dave Stewart

NETFLIX | IMAGE | PANINI MÉXICO
$239 | 176pgs | Pasta Dura