¡Viva Kalimán, el hombre increíble!

Opiniones Enanas

Serenidad y paciencia, mi querido Solín.

Si son mexicanos, o han vivido en nuestra sociedad el tiempo suficiente, apuesto a que ya han escuchado esta frase y saben que le pertenece a Kalimán, el “superhéroe” mexicano original, el “hombre increíble” (no confundir con Hulk).

Ya entrados en gastos también es muy probable que reconozcan visualmente al personaje: un hombre de barbilla cuadrada, vestido todo de blanco, con un turbante blanco y una capita, y en esta ocasión hablaremos de él.

IMPACTO CULTURAL

Según las malas lenguas, en su momento el cómic de Kalimán fue el más popular y mejor vendido de México; Incluso Modesto Vázquez Gonzales, co-creador del personaje, escribió un libro sobre el negocio editorial comiquero mexicano llamado La Historietica.

El cómic mexicano se publicó semanalmente durante 26 años (1965-1991), con 1,351 números de los cuáles 1,308 son ediciones originales  (es decir, no reimpresiones); después, entre 1999 y 2005, se reeditaron 355 números.

Sin embargo, los orígenes del personaje se encuentran en la radio. Las primeras aventuras impresas no eran más que las versiones gráficas de las historias contadas en las radionovelas, cuya emisión comenzó el 16 de septiembre de 1963; tal fue el éxito fuera de México que se realizó una versión colombiana con sus propios libretos, por conflictos legales con Novaro.

En los años ’70 se filmaron dos películas, ambas dirigidas por Alberto Mariscal, con el actor canadiense Jeff Cooper como Kalimán, y el español Nino del Arco como Solín.

Si son lo suficientemente viejos quizá recuerden una estrofa (supuestamente de una canción roquera) que decía algo así como “Batman y Robin, Tarzan y Superman, murieron por pendejos salvando a Kalimán”; o más para acá, en 1991, La Maldita Vecindad sacó la canción “Solín”, sobre “un chavo que leía su Kalimán”.

Hace un par de años, la revista Comikaze organizó una exposición llamada Kalimanías, donde un grupo de ilustradores realizaron fanarts de nuestro hombre increíble y expusieron sus obras en el Metro de la Ciudad de México.

Y hasta ahí llega el impacto cultural del personaje.

Sí, suena a blasfemia pues la mayor parte de la ñoñósfera y una capa bastante amplia de nuestra sociedad reconoce al personaje… pero la realidad es que la obra, el lore y todo más allá de lo superficial se ha perdido. Como mencioné arriba, una de las pocas cosas que quedan en el inconsciente colectivo es un chistorete sobre otros superhéroes muriendo por salvarlo.

Incluso el mantra de serenidad y paciencia ha mutado memeticamente hasta parecer una burla. Los luchadores tienen una nostalgia menos cómica que nuestro Kalimán.

Por eso imaginarán mi sorpresa cuando me encontré con que sus cómics no son las historias risibles que pensaba que son.

Un canadiense interpretando a un hindú que sale en cómics mexicanos

DENTRO DEL NOVENO ARTE

Para este mes patriotero leí la historia llamada “La leyenda de Kalimán”, escrita por Leopoldo Zea Salas, en honor al ya difunto Modesto Vázquez, donde se narra el “origen secreto” del personaje.

Tengo entendido que la mayoría de lo aquí plasmado ya había sido mencionado en los cómics originales, además se guarda bien el lugar de nacimiento de Kalimán, una especie de secreto que sus creadores nunca revelaron. Pero esta historia nos presenta todo como una historia de origen, en orden cronológico y primera persona.

Empezamos en la provincia de Katmandu, India, en el reino de Kalimatán, donde un príncipe y su esposa se lamentan por no poder concebir y les ruegan a sus dioses que los bendigan con un hijo o hija. Y como suele pasarles a las parejas estériles en este tipo de historia, oh sorpresa, un niño llega flotando por el rio dentro de una cesta de mimbre, cual Moisés.

Los príncipes adoptan al niño, ya que un Santón (un viejo sabio) les dice que éste mozalbete es un “predestinado”. Pero para desgracia de todos, el Visir, quien al ver la esterilidad de los gobernantes ya se veía a sí mismo como el heredero, decide matar al pequeño Kali, metiendo una cobra en su cuna.

Para sorpresa de todos y desgracia del Visir, y como si fuera un pequeño Hércules, el bebé usa sus poderes sobrehumanos (en este caso su habilidad para hipnotizar seres vivos usando sus ojos azules) para detener a la cobra y hacerse su amigo.

El Visir no se da por vencido y siendo mucho más práctico toma al bebé y lo lanza al río, donde es tomado por un águila que lo deja caer cerca de dos cazadores, un padre y su hijo, que deciden adoptarlo y renombrarlo Aguilucho.

Así, el joven Kali crece sin saber que es el príncipe heredero de Kalimatán, y sus padres adoptivos (los príncipes) no lograran encontrarlo.

Llévelos por kilo, bara, bara

LOS CAMINOS DE LA VIDA

Aguilucho crece en una casa homoparental (cuz WOKE) aprendiendo las virtudes de una vida simple. Con el tiempo descubre que puede hablar con los animales y se hace amigo de todas las bestias, incluso del tigre que mata a sus segundos padres adoptivos (los príncipes sigue intentando encontrarlo), porque aparte de todo Kali es uno de esos tipos que siempre ve lo bueno en todos los demás.

Y ahora huérfano, Kali, cual Mowgli, se va a vivir con una manada de lobos hasta que unos esclavistas se topan con él y a través de engaños lo capturan para llevarlo al mercado de esclavos donde lo compra un grupo de mongoles (la historia es un tanto anacrónica).

Ya en las estepas mongolas, Kali se gana el respeto del Khan, pero aún así no se siente a gusto ahí, así que escapa y en el desierto se encuentra con el Santón que lo llamó “predestinado”.

No se especifica cuánto tiempo se queda con el Santón, sólo vemos que éste lo renombra como Kalimán (inteligencia, sabiduría y fuerza) y le cuenta sobre su pasado como príncipe heredero de Kalimatán, a lo que Kalimán responde regresando con los mongoles, pues cree que primero debe “vivir un poco más” antes de regresar a reclamar lo suyo, cual Arturo en Camelot.

Así, de regreso a la tribu de los jinetes de las estepas asiáticas, el Khan le impone un castigo mortal, que de sobrevivir hará que lo reinstauren como un príncipe entre los mongoles. Durante cuatro días es enterrado hasta el cuello sin ningún tipo de ayuda ni alimento.

Ahí en la estepa mongola, Kalimán tiene literalmente un encuentro con la vida y la muerte, con las entidades que representan estos conceptos. Así, gracias a la protección de “la vida”, la muerte no puede llevárselo, y Kalimán regresa para convertirse en un príncipe, enfrentar al mejor guerrero de una tribu enemiga (un gigante, pues nos faltaba David en la mezcla), y ganarse el respeto de todos. Excepto del líder de la tribu enemiga quien traiciona los pactos y acuerdos y obliga a Kalimán a huir hacia las montañas.

Ahí encuentra a su segunda figura merlinesca, un monje tibetano llamado Rambla, quien lo invita a unirse a su templo donde aprenderá sobre artes marciales, sabiduría milenaria asiática y otras cosas que se enseñan en los templos tibetanos.

El Capitán Obvio original

A LA MAR, PIRATAS

Tras un par de años de estudios, Kalimán empieza a entender que su vida no está destinada al sedentarismo y decide dejar el monasterio para ir a vivir más aventuras, ver más mundo y volverse más sabio. Terminando como un pirata chino en el Mar Índico.

Kalimán se une a la tripulación de corsarios pensando que son una especie de Robín Hood de los mares, robándole a quien lo merece para regresarlo a los pobres. Obviamente esto es un engaño del capitán, que al ver las habilidades de Kaliman trata de usarlo en su beneficio.

Para fortuna de nuestro héroe la nave pirata es interceptada por un barco inglés que va rumbo a África, quienes los hacen naufragar y capturan a Kalimán. Tras explicar su situación, el capitán decide dejarlo quedarse en el barco donde se hace amigo de un cónsul británico que está de camino a gobernar una colonia del Imperio Inglés en África. Con él viaja su hermosa hija que inmediatamente se enamora de nuestro protagonista, quien le devuelve el sentimiento.

Así, nuestra historia se convierte por unos momentos en una narración romántica hasta que un terrorista árabe ataca la mansión británica y mata a la muchacha. Kalimán jura venganza y persigue al truhán por toda África mientras conoce a los habitantes del continente, sobrevive a sus ataques y poco a poco se gana su respeto hasta convertirse en toda una leyenda africana.

Cuando Kalimán por fin logra capturar al granuja que mató a su amada, decide que ya es momento de ir a la India a reclamar su patrimonio.

Cuando vas a la playa y se te olvida el bloqueador

LAS PIEDRAS RODANTES

Mientras tanto en la India, el Visir se ha entera que Kalimán está vivo, por lo que manda cerrar todo camino que conecte Kalimatán con el exterior, sin embargo, esto no impide que en nuestro héroe se encuentre a su madre adoptiva en un río fronterizo, al que va a rezar todos los días.

Así es como Kalimán se entera de que su padre adoptivo murió años antes y que ahora el Visir reina a sus anchas. El hombre increíble arregla el asunto venciendo a su enemigo y toma su lugar como Príncipe de Kalimatán, junto con su atuendo blanco característico.

Sin embargo, la vida sedentaria no es para Kalimán, quien tras arreglar el gobierno y darle más poder y libertad a su sociedad, les dice adiós para regresar al Tíbet a terminar su entrenamiento.

En el Tíbet, un mucho más sabio Kalimán es entrenado en los misterios arcaicos (magia) con los que aprende a transmutar su rostro, controlar un estado que le permite fingir su muerte, y de ahí lo demás es historia, decide recorrer el mundo y ayudar a quien lo necesite y todo eso, es decir, a vivir las aventuras que la radionovela y los cómics nos han mostrado.

El hombre increíble también se ha enfrentado a Galactus – er – al Loco Rojo

LA MEZCLA PERFECTA

Como verán Kalimán es una mezcla de Moisés, Jesús, Hércules, Mowgli, Arturo, David y cuanto más héroes arquetipos aparezcan.

Al principio esto puede parecer hilarante para una mente ñoña forjada en las deconstrucciones y el “realismo”, pero conforme avanza la historia te vas dando cuenta de que es la forma de crear la idea de que Kalimán es “superior” por lo mucho que ha vivido, y hay una suerte de circularidad en su historia, no pasa de una cosa a otra, a veces regresa a un lugar para aprender algo nuevo, lo que reverbera temáticamente con la idea de que es la “quinta reencarnación” de una línea de hombres superiores que datan desde la época de los faraones.

Es decir, Kalimán es un hombre que ha vivido mil vidas: Príncipe, cazador salvaje, jinete mongol, leyenda africana; saca su sabiduría de sus experiencias, no de alguna grandeza inherente, a pesar de ser un “chosen one” o un predestinado, como la historia lo maneja.

Los superpoderes de Kalimán son más de índole místico-mágico, principalmente su mirada hipnótica y su capacidad de comunicarse y hacer que los animales sigan sus órdenes. Aunque tiene algunos de corte más “mundana” como cambiar su rostro y su habilidad física (fuerza, velocidad).

Es interesante ver que el Superhombre Mexicano (aunque in-universe sea hindú) es uno que genera su “superioridad” desde el entrenamiento, aunque se haga el guiño de que viene de algún lugar que lo hace especial. Creo que la teoría más aceptada sobre el “origen” de Kalimán es que nació en la Atlántida o algo similar.

También es curioso lo mucho que machacan con que tiene los ojos azules. Sé que eran otros tiempos pero que desde México se pinte la superioridad usando el azul de los ojos es… curioso. Y que sea un hindú rubio… Mejor no pensemos en eso.

Cualquier se pierde en esos ojotes azules

PACIENCIA Y SERENIDAD

Una de las principales luchas de Kalimán, e incluso se retrata como su tarea principal, es combatir la esclavitud y luchar por la libertad. Una y otra vez se enfrenta a gente que intenta convertir a otros seres humanos en esclavos y/o siervos, mientras él es un adalid de la libertad, como Arturo es el heredero de un reino.

Pero a diferencia de la leyenda inglesa, Kalimán sólo lo ve como una obligación para liberar un pueblo. La libertad es para él es algo tan importante que ni siquiera está dispuesto a abandonar la suya para sentarse a gobernar.

Lo más sorprende de este personaje es la seriedad con la que retrata sus temas; debo decir que me da la impresión de que Kalimán era una excusa para contar historias más amplias, como Morfeo y su rol en The Sandman, un personaje a través del cual vemos un mundo más grande.

Qué raro que el impacto cultural de estas historias sólo sean chistes bobos sobre serenidad y paciencia.

Alburero para demostrar que es mexicano, ¡ah qué Kalimán!