Al fin conoceremos la conclusión de Batman Damned.

Como si en el nombre llevara la penitencia, Batman Damned parecía ser un título maldito. A esta miniserie de solo tres entregas, escrita por Brian Azzarello y dibujada por Lee Bermejo cuyo último tomo salió este miércoles 26 de juinio, la polémica la acompañó desde el principio.

Después de ser anunciada con bombo y platillo como uno de los títulos que impulsarían al sello Black Label, encargado de abordar historias más oscuras y destinado a audiencias más maduras, la editorial se topó con pared al comprobar que sus lectores pueden hablar de madurez siempre y cuando no muestren el Batipaquete porque todo mundo arma un escándalo.

Podríamos hablar de lo absurda de la reacción de los lectores, o de la aún más tonta idea que tienen algunos editores a cerca de que mostrar desnudos completos en una viñeta implica que la historia adquiere en automático tintes de madurez, cuando solo es un recurso barato, pero como es una discusión larga en la que muchos tendrán algo que opinar y DC Comics se quiso alejar de las polémicas, optó por reimprimir el número con los paneles correspondientes censurados para todas sus ediciones, incluso a nivel mundial.

Sabía que no debía comerme esos últimos tres taquitos.

De este modo, la serie que estaba programada para publicarse en 4 meses (de septiembre a diciembre del año pasado), sufrió múltiples retrasos, que la llevaron a retrasarse medio año más. En primera instancia, el número dos tuvo que ser re-dibujado por lo que su fecha de salida fue en diciembre pasado y este último número fue pospuesto en 5 ocasiones.

Se trata de una continuidad distinta a la que maneja el título principal en la que el Joker está muerto y Batman es el principal sospechoso, pero con el agravante de que no recuerda nada porque despierta inconsciente y con las manos ensangrentadas. Frente a él está John Constantine, quien le ¿ayuda? a re ordenar las piezas para descubrir la verdad, pero a medida que avanza en sus investigaciones, encuentra más confusión y dudas que lo hacen perder la confianza en sí mismo.

Te lo juro que yo sí regaba mis plantas.

Una historia que perfectamente podría haberse llamado Batman y la Liga de La Justicia Oscura, pues el murciélago se encuentra cada vez más inmerso en un mundo de magia y misticismo. En este sentido, los trazos de Bermejo son excelentes herramientas para crear una atmósfera de angustia, desesperación y miedo.

Una compañera frecuente, a lo largo del camino en esta historia, es Enchantress, quien sirve de pretexto para reformular el mito del caballero de la noche, quizá no todos estén de acuerdo con esta vertiente, pero hay que reconocer que es una versión original, para cerrar con un final que si bien, no es tan impactante como The Killing Joke, sí me hizo recordar su cierre.

Sé lo que hiciste el verano pasado, versión Gotham.

Mala suerte para Azzarello y Bermejo, cuyo trabajo fue desmerecido injustamente, pero también mala suerte para aquéllos que sí esperábamos el cacareado sello maduro de DC, pues el incidente del número uno no solo marcó línea de censura que se extendería para el resto de la editorial, sino que además otros títulos que se tenían programados para próximas entregas por el sello Vertigo como Second Coming (que incluía una versión de Jesucristo ayudando a un superhéroe) y Safe Sex (centrada en un grupo de trabajadores sexuales queer en un mundo distópico), fueron canceladas y se publicarán en otra editorial.

Así las cosas, por mi parte les recomendaría que le den una oportunidad, de cierta forma Azzarello, al igual que Tom King (el actual escritor principal de Batman), deconstruye a Bruce y lo hace remover sus cimientos, pero abordándolo desde un enfoque distinto.