Sueño que tú eres diferente, y que a mi lado de la mano vas, no guardaré más este secreto, debo saber si un día me amarás… Estarán de acuerdo conmigo en que nuestras caricaturas favoritas no sólo eran buenas por sus dibujos y su historia, también tenían grandes temas musicales. Ranma ½ es un gran ejemplo de esto, y esta semana hablaremos de esta animación que quizá aún hoy parezca polémica, pero a todos nos gustaba.
DESDE EL COMIENZO
Originalmente Ranma ½ fue escrita en formato manga por Rumiko Takahashi y después se adaptó para la televisión. El animé dividió en dos partes, una primera de 18 capítulos, y la segunda de 143, para dar un total de 161 episodios.
Cuenta la historia de un chico, Ranma Saotome, que vive con su papá debido a que su mamá lo dejó. Genma Saotome no es precisamente un padre ejemplar y constantemente está discutiendo con Ranma, a quien no le perdona que gracias a su descuido durante un entrenamiento cayó en las fosas de Jusenkyo, que tienen la particularidad de convertir a las personas que se sumergen en sus aguas en lo primero que cayó en ellos.
Aquél día Genma cayó en el Lago del Oso Panda Gigante, y Ranma en el de La Chica Pelirroja, por esta razón, ambos se convierten en eso al contacto con agua fría y sólo regresan a su estado original cuando tocan el agua caliente.
Después de este gran enredo, los Saotome van a hospedarse a casa de un viejo amigo del papá de Ranma: Soun Tendo, quien tiene 3 hijas (Kasumi, Nabiki y Akane) y que había acordado con Genma dar en compromiso matrimonial a una, para que junto con Ranma continuara la tradición familiar de dirigir el Dojo que poseé.
Akane es la elegida para ser la prometida de Ranma, idea que no le agrada en absoluto porque es una chica fuerte e independiente que no concuerda con la idea de matrimonio arreglado.
ENTRE AMORES Y TRANSFORMACIONES
A lo largo de los episodios somos testigos de la tensión sexual que existe entre Ranma y Akane aunque ninguno de ellos lo admita abiertamente. De igual forma conocemos otros personajes que también cayeron en los lagos de Jusenkyo y se suman a los enredos amorosos de este par, que de por sí son muchos por la peculiaridad de Ranma chico/chica.
Llega Shampoo (que se convierte en gata morada y dice ser prometida de Ranma porque la derrotó en combate y odia a Akane), Ryoga (su transformación es un cerdo negro y está interesado en Akane) o Mousse (que se transforma en un pato y vive enamorado de Shampoo, lo que lo hace rival de Ranma). También aparecen otros personajes como la bisabuela de Shampoo o el maestro Hapossai, un viejito libidinoso que le gusta robar ropa interior.
UNA HISTORIA SIN FINAL, O ALGO ASÍ
En el último capítulo que pudimos ver en televisión abierta aparece la mamá de Ranma y él amaga con irse a vivir con ella, pero algo pasa… El animé queda inconcluso pero la historia tuvo un final en el manga, donde Akane y Ranma van a Jusenkyo a terminar con la maldición pero en su lugar destruyen todos los pozos por lo que Ranma y compañía se quedan sin “cura”.
Durante esa aventura (que transcurre en el tomo 38 del manga), Akane queda petrificada por un momento mientras intentaba destruir la fuente madre, en ese momento, al creerla muerta, Ranma le confiesa su amor y ella “vuelve a la vida” y entonces Ranma lo niega todo. El tomo termina con la preparación de la boda de este par pero los conflictos provocados por los rivales amorosos hacen que sea suspendida y el panel final corresponde a una imagen de Ranma y Akane preparándose para ir al colegio.
DE LO POLÉMICO A LA SANA DIVERSIÓN
Ranma es un claro ejemplo de cómo algunos temas pueden ser complicados de entender para los niños pero no se les vuelven una obsesión como a los adultos.
Si bien la idea principal de la historia (un chico que se convierte en chica y a veces utiliza ese hecho para conseguir cosas) es difícil de explicar al público infantil por ser algo poco común, al final se vuelve irrelevante, uno se acostumbra a ver al protagonista, se divierte y lo quiere así como es, bien podría decir que los que crecimos con esta historia somos perfectamente “normales” y no tenemos ningún tipo de influencia “rara”, o al menos no debido a la caricatura como parecen argumentar hoy día algunos sectores que a todo le ven cara de mala influencia.
Esos son otros temas de los que no ahondaremos aquí, pero ustedes son bienvenidos a comentarnos: ¿Creen que Ranma ½ es una historia nociva? ¿Se la dejarían ver a sus hijos si es que los tienen? ¿Por qué sí o por qué no?
Nos leemos la siguiente semana.
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