A muchos les parecerá extraño el título de este texto, pues contradice la leyenda que aparece en la portada de muchos cómics del personaje: “Basado en la heroína creada por Robert E. Howard”. Pero todo tiene una explicación, así que sigan leyendo.
Robert Ervin Howard (1906-1936) fue un prolífico escritor estadounidense y es considerado como el principal precursor del subgénero fantástico conocido como espada y hechicería, del que Conan es el personaje más icónico y representativo. A pesar de su prematuro fallecimiento, Howard escribió cientos de historias en gran variedad de géneros, desde western y aventuras de corte histórico hasta horror y aventuras sobrenaturales, e incluso fue parte del Círculo Lovecraft, una mítica congregación de escritores unidos por la amistad entablada por correspondencia con el legendario autor de horror cósmico.

Algunos de los personajes más populares de Howard son Kull the Conqueror, Solomon Kane, y el ya mencionado Conan, pero creo que les sorprenderá saber que jamás escribió historia alguna protagonizada por una pelirroja enfundada en un bikini de escamas. ¿Cómo puede ser esto? A principios de los setenta, los derechos para adaptar las historias de Conan pertenecían a Marvel Comics, y se podría argumentar que fue gracias al éxito del cómic Conan the Barbarian que el personaje alcanzó los niveles de popularidad de un auténtico ícono de la ficción contemporánea. El escritor de esa serie era Roy Thomas, quien adaptaba los relatos de Howard a cómic con gran éxito. Sin embargo, existía en Marvel cierta preocupación, porque al ritmo que las historias eran publicadas agotarían el material existente en muy poco tiempo.

La Casa de las Ideas tenía los derechos de toda la obra de Howard, así que Thomas buscó en su catálogo todas aquellas historias que, sin importar el género, pudieran ser adaptadas a la era Hyboria, y convirtió a Conan en su protagonista. Una de esas historias fue The Shadow of the Vulture (La Sombra del Buitre), publicada en 1934 en las páginas de The Magic Carpet Magazine, que fue adaptada en el número 23 de Conan The Barbarian. La historia de Howard sucede en Viena, Austria, durante el asedio otomano de 1529, y el protagonista es un caballero austriaco llamado Gottfried von Kalmbach, de quien el sultán Suleiman el Magnífico desea vengarse. Von Kalmbach sobrevive una emboscada turca gracias a la intervención de una misteriosa mujer pelirroja, quien combate a su lado. ¿Su nombre? Red Sonya de Rogantino.

Thomas trasladó la acción a la era Hyboria y remplazó a von Kalmbach con Conan. En el caso de Sonya, Thomas y Barry Windsor Smith, artista de la serie, la despojaron de sus pistolas y estoque y le pusieron una cota de malla y una espada de doble filo, pero conservaron la roja cabellera. Ya que el personaje era distinto al de Howard, se cambió su nombre, sustituyendo la ‘y’ por una ‘j’ y dando lugar a Red Sonja. Para el siguiente número, Thomas y Windsor-Smith expandieron la historia del personaje en el episodio titulado The Song of Red Sonja, y fue además la primera vez que el personaje apareció en una portada de cómic. La historia ganó el Academy of Comic Book Arts Award por Mejor Historia Individual (Drama) en 1973. Hay que apuntar que la versión de Smith tenía una figura menos voluptuosa y vestía de forma más conservadora que la que conocemos, pues usaba una camisa de de cota de malla y unos shorts de color rojizo.

Se da crédito al artista español Esteban Maroto como el primero en dibujar el atuendo que se convertiría en la icónica apariencia del personaje: el revelador bikini de escamas plateadas. Maroto envió a Thomas una ilustración no solicitada, y ésta fue publicada como pin-up en el primer número de la revista The Savage Sword of Conan, donde apareció también la primera aventura en solitario del personaje. Esa misma ilustración fue coloreada por José Villarrubia y se usó como portada variante para el número 2 de Red Sonja, serie publicada por Dynamite Entertainment en 2005.

En cuanto a la frase mencionada al inicio de este texto, se la debemos a Hollywood, pues en 1985, al estrenarse la película protagonizada por Brigitte Nielsen, se utilizó esa frase como parte de la promoción, perpetuando la idea de que había una relación directa entre la popular heroína de cómics y el mundo creado por Howard y popularizado gracias a Conan. Como quiera que sea, a pesar de que Red Sonja fue creada por Roy Thomas y Barry Windsor-Smith, se inspiró en una heroína creada por el prolífico Howard, así que no es del todo equivocado reconocer la influencia del autor en el origen de este personaje.