Así como lo oyen, el Rick Sánchez que todos conocemos y amamos está muerto. Pero su muerte no fue el desenlace de una temporada, ni la culminación de la historia, ni ningún tipo de catarsis épica. Fue en el issue 34 de los cómics escritos por Magdalene Vissagio y Kyle Starks e ilustrado por Marc Ellerby. Así de rápido, así de anticlimático. Justo como la serie nos tiene acostumbrados.
Recuerden que, originalmente, el Rick que protagonizaba las aventuras en los paneles comiqueros era de la dimensión C-132, para que los artistas tuvieran completa libertad creativa sin afectar la trama principal. Sin embargo, a partir del volumen 3, saltaron a la dimensión C-137 para contarnos todas las aventuras que no vemos en la pantalla chica de nuestros adorados Rick y Morty.
Su muerte llega en las útimas páginas del cómic, cuando un grupo de Ricks llega a interrumpir un altercado familiar:
Para agregarle más sal a la herida, también nos muestran la vida y obra del Krombopulos Michael. Desde cómo consigue su nombre:
Hasta el día de su muerte:
¿Ya ven? No tienen que esperar a que Mr. Poopybutthole se deje crecer una barba de Santa Claus para seguir disfrutando las aventuras de esta rara familia. Pues las próximas entregas de esta historia prometen revelar el misterio de la muerte de Rick Sánchez y tejer una conspiración con sus contrapartes interdimensionales.
Y creíamos que la serie ya tenía suficiente nihilismo y complicaciones para una vida.
¿Cómo creen que afecte la serie principal? ¿Creen que Dan Harmon esté al tanto de los acontecimientos? ¿Todo es un mal sueño? ¿Otra trampa para los fans? Júzguenlo ustedes.