Muchos directores encuentran inspiración de distintas formas, viajan, leen o conviven con gente diferente a lo habitual. Para el tapatío Guillermo Del Toro esta inspiración se encuentra en The Bleak House (La Casa Abandonada, cómo el libro de Dickens). Ubicada en un suburbio angelino, la casona alberga diferentes colecciones que reflejan las pasiones de Del Toro.
Mientras se encuentra en su casa de Los Angeles, Guillermo disfruta visitar su santuario dos horas cada mañana y una por las noches. Éste es su refugio y, cómo él mismo dice, “Lo hermoso sobre Bleak House es que cuando entro y me voy de la casa, es purificador para mí. Los católicos van a la iglesia, los judios al templo. Yo vengo aquí”.

Al entrar, nos encontramos en el vestíbulo con una impresionante estatua tamaño real de Sammael, el sabueso demoníaco de Hellboy, y sobre él, montada en el barandal, una enorme cabeza del monstruo de Frankenstein esculpida por el impresionante Mike Hill. Alrededor de estás piezas, distribuidos casi de forma estratégica, podemos encontrar diferentes mementos que forman sus memorias. La casa está llena de props y réplicas usadas en sus diferentes cintas.
Sobre la entrada se encuentran enmarcados prints del lenguaje troll de Hellboy II: The Golden Army. También podremos encontrar obras de diferentes artistas, aunque hay algunos que se repiten constantemente. Uno de estos es Basil Gogos, cuyo retrato de Guillermo tiene un lugar especial cerca de la entrada. Rivalizando con este podemos ver una impresionante pintura de San Jorge venciendo al dragón, que aunque parece antigua fue pintada recientemente por el ruso Viktor Safonkin. Dispersos por las muchas cómodas y gabinetes encontramos una infinidad de objetos pequeños: modelos a escala, figuras de acción, cráneos de animales pequeños, piezas de relojería, y toda clase de estatuillas que forman parte del imaginario diario de Del Toro,
La enorme casa puede dividirse en once secciones, a la derecha del vestíbulo está la Biblioteca de terror, custodiada por una escultura de cera de H.P. Lovecraft, uno de los padrinos espirituales de Del Toro. Entre los amados libros de Guillermo se encuentra el primero que compró, una antología de terror editada por Forrest J. Ackerman, además de varios clásicos del género, con autores cómo Arthur Machen, M.R. James y Sheridan Le Fanu. Distribuidos por la habitación encontramos objetos utilizados en Hellboy, Mimic,o Blade II, pero posiblemente la joya de la corona, en esta habitación al menos, es el escarabajo de Cronos.
Además de objetos de sus cintas, también podemos encontrar otros surgidos de todas las películas que lo han moldeado: objetos de 20,000 leguas de viaje submarino, el Fantasma de la Ópera, Perdidos en el espacio, Mad Monster Party, y la miniatura de una de las escenas de la atracción de los Piratas del Caribe.

El pasillo de la planta baja también se encuentra repleto de maravillas. Insectos enmarcados, dibujos anatómicos del siglo XIX, arte conceptual de La Bella Durmiente (dibujado por la leyenda de la animación Kay Nielsen), y algunas ilustraciones de Charles Doyle, padre de Sir Arthur Conan Doyle, decoran sus muros. Al final de este pasillo, de manera casi mágica, hay una entrada secreta a uno de los cuartos más maravillosos de la mansión, el cuarto de La Mansión Embrujada, una habitación dedicada en su totalidad a Walt Disney, una de las mayores inspiraciones para Guillermo.
En los muros podemos ver elementos de diferentes atracciones de Disneyland, desde el tapiz utilizado en el vestíbulo de la Mansión Embrujada hasta la pintura original que hizo Mark Davis de Medusa. Coronando el cuarto se encuentra una estatua del Fantasma de la Sombrerera, un animatrónico que ya no se encuentra en el juego. “Estuvo en la Mansión Embrujada solamente unos días, después lo quitaron“, explica del Toro. “La leyenda dice que era demasiado aterrador, pero la verdad es que no funcionaba“. Los dos objetos más prominentes de toda la habitación son una máscara de Algernon Blackwood, uno de los escritores de horror favoritos de Guillermo, y el diseño original de Santi, el niño fantasma de el Espinazo del Diablo. “Era importante para mi que estuviera aquí“, cuenta el tapatío.
El corazón de la casa, según lo dicho por el propio Guillermo, es el llamado Rain Room. Esta habitación es en la que Guillermo pasa más tiempo escribiendo. “Por lo general escribo en la oscuridad. Ayuda bastante”. Ahí descubrimos que el interruptor de la luz enciende una pequeña tormenta en las ventanas del cuarto. El cuarto también es la biblioteca de referencias que utiliza para casi todos sus escritos.
Adornando la habitación podemos encontrar una reproducción a escala natural de Jack Pierce maquillando a Boris Karloff como el monstruo de Frankenstein. A un lado de está estatua se encuentra la pequeña colección que el director tiene dedicada al monstruo: figuras, modelos, y un impresionante busto basado en el diseño del monstruo hecho por Bernie Wrighston. Decorando la habitación también podemos ver una pintura original de Basil Gogos realizada para la Famous Monsters, además de varios dibujos y diseños originales de Wrighston.

Cerca de esta habitación se encuentra el Cuarto de Arte, que fiel a su nombre contiene todos los libros de arte y fotografía. Entre las curiosidades que adornan esta habitación hay lentes masónicos y una fundición de bronce del cráneo de una anciana victoriana.
Estas son sólo algunas de las maravillas que encontramos por la casona, pero son tantas que, para hacerles justicia lo mejor será seguir con este “recorrido” en la entrega de la siguiente semana. Hasta entonces.