Yo fui un monstruo adolescente | The Goon
Las películas de serie b tienen el encanto innato de llamar nuestra atención, ya sea por su poco presupuesto, sus efectos especiales demasiado imaginativos o su humor, planeado o involuntario. Siendo sinceros, todos hemos caído en sus redes más de una vez. Esa ambientación es precisamente la que hace a The Goon, creación de Eric Powell, tan divertido e interesante a la vez.
La historia está situada en un lugar muy similar a Nueva Orleans pero plagado de seres supra-naturales. El protagonista, un matón deforme y extremadamente fuerte, corre sus aventuras acompañado de Franky, su malhablado y mitómano compañero. Rodeados por calles llenas de zombies, robots gigantes, científicos locos y criminales de cualquier calaña, nada asusta a The Goon, un hombre tan rudo que hasta los no-muertos le temen.
De origen prácticamente desconocido, lo único que sabemos de este gigantón al comenzar la historia es que fue fenómeno de circo en algún momento de su vida; que ahora es el brazo derecho de Labrazio, uno de los mafiosos más peligrosos de la zona, y que conoció a Franky cuando ambos eran niños.
Ahora The Goon controla la ciudad y, aunque está llena de crimen, jamás ha sido más segura. Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues el control de la ciudad está en la mira de un siniestro personaje conocido como The Zombie Priest o The Nameless Man, quién con su ejercito de muertos vivientes y su asistente Lazlo (un zombie perfectamente pensante y funcional) quiere hacerse del control de las operaciones criminales.
The Goon no se encuentra solo contra esa amenaza, pues además de su amigo Franky cuenta con una amplia gama de camaradas y ayudantes como The Buzzard, un antiguo sheriff, quien fue el primero en enfrentarse a Priest (éste lo maldijo para toda la eternidad, haciéndolo un monstruo insaciable de venganza y carne de zombies), o Hieronymus Alloy, un científico demente cuya única intención es ayudar a la humanidad, aunque sus planes nunca salen bien.
También están los Unholy Bastards, un grupo de huérfanos con mala actitud y sin miedo a meterse entre gángsters, junto con otros personajes que le dan al cómic un amplio matiz de personalidades y momentos, que van desde lo hilarante hasta el más shakesperiano drama que podemos encontrar en la narrativa gráfica.
Pero lo que hace a The Goon un cómic realmente apreciable en diferentes niveles son esos elementos que parecen robados de los clásicos de terror publicados por EC Comics, mezclados con el cine de horror de bajo presupuesto, que crean una montaña rusa de sensaciones que nos llevará a un increíble viaje, sin abandonar la comodidad del hogar.
El estilo de Eric Powell podría recordarnos a Frank Frazetta, más por la técnica que por el estilo. Sus trazos llenos de dinamismo y poder le dan al cómic un aura sobrenatural que llena cada panel. The Goon es la obra seminal de Powell y tiene más de quince años esforzándose en publicarla.
Todo empezó en 1998 con Dreamwalkers #0 (Avatar Press), con una historia de cuatro páginas re-impresa en The Goon #1. Powell nunca estuvo contento con el trabajo de Avatar, así que tras entregar el tercer número dejó de mandar material hasta que su contrato expiró. Entonces buscó alguna editorial que se interesara por su obra, pero ninguna pareció responder y decidió probar la auto-publicación bajo el sello Albatross Exploding Funny Books. Esto llamó la atención de Dark Horse Comics, que desde 2003 se convirtió en la casa del personaje.
El cómic tuvo un gran recibimiento, haciendo a Powell acreedor al premio Eisner en 2004 en la categoría de Mejor número unitario, así como el premio del International Horror Guild por la mejor narrativa ilustrada. Los reconocimientos aumentaron, augurándole al cómic una larga y fructífera existencia pero, curiosamente, tras publicarse el numero dieciocho de la historieta, ésta se detuvo. Después nos enteraríamos de que este descanso fue solicitado por Powell para escribir Chinatown, una novela gráfica que exploró a fondo los origenes de The Goon y la forma en que llegó a convertirse en el jefe del hampa local. Tras la salida de la novela al mercado, el cómic regresó a si publicación normal.
En abril de 2007 llegó a las tiendas un one-shot titulado Satan’s $@#%* baby, en cuya portada se leía una advertencia que aseguraba que el material incluido en dicha publicación era ofensivo para todo tipo de personas y que no debía ser leído (o siquiera abierto) por nadie, a menos que tuviera sentido del humor.
Al abrir el cómic encontramos una historia que aunque no es demasiado ofensiva, sí hace referencias directas al bestialismo, la sodomía y la pederastia, todo abordado con el humor corrosivo característico de Powell. Pero la verdadera controversia fue desatada por una mujer conservadora llamada Margaret Snodgrass (de quien no se conoce sino un perfil de MySpace y de la que nunca se ha comprobado su existencia), quien supuestamente provocó un retraso en la salida del cómic. Esto, obviamente, dio publicidad y notoriedad insospechadas al título.
Además de tener uno de los apartados más populares en el sitio web de Dark Horse, The Goon ha tenido un crossover con la popular animación Metalocalypse, de Brendon Small, y contará con una producción fílmica (que sigue en un hiato indefinido), en la que participarán los actores Paul Giamatti (American Splendor) y Clancy Brown (la voz del Lex Luthor animado).
Con todo esto a cuestas y la promesa del número 50 como nuevo parteaguas en la vida del personaje, solamente una pregunta queda en nuestras mentes: ¿Qué nuevas aventuras esperan a estos intrépidos personajes? Esto se resuelve fácilmente yendo a nuestra tienda de cómics favorita y tomando un número de The Goon, que apostamos les brindará emoción y diversión garantizada de la primera y hasta la última página, dejándolos pidiendo más.
Como amable recordatorio, Eric Powell está presente en nuestro país este fin de semana para La Mole Comic Con, donde también podrán encontrar el #1 de The Goon editado completamente en español, una pieza de autentica colección.