Si André Roussimoff aún viviera hoy cumpliría 74 años, pero como dijera Troy McClure, tan acertadamente, André el Gigante: apenas te conocimos. La historia de André es una marcada por los excesos, como si se tratara de una profecía dictada por su pituitaria.
DE FRANCIA CON AMOR
Pero vamos desde el principio, específicamente a 64 kilómetros de París, Francia, en un pequeño poblado llamado Molien.
André no nació siendo un bebé gigante, de hecho su infancia fue más o menos “normal”, y fue hasta iniciar la pubertad que la acromegalia empezó a notarse. Cuenta la leyenda que se volvió tan grande que el conductor del autobús escolar se negaba a llevarlo pues no cabía en el vehículo.
Ahí mismo, entra otras de las historias que forjaron su leyenda, dicen que el mismo Samuel Beckett (sí, el de “Esperando a Godot”) lo llevaba a la escuela en la caja de su camioneta.
Cuando André era un adulto joven tenía un trabajo de mudancero. Él solo podía hacer la mudanza de un departamento completo en alrededor de una hora. Gracias a esta habilidad, en una tarde de café, alguien le sugirió que debería intentar una carrera en la lucha libre.
Vamos, era gigante y seguramente muy fuerte, así que comenzó a entrenar en un pequeño gimnasio. De ahí al estrellato había un pequeño tramo que recorrió sin ningún problema, y posiblemente de un sólo paso.

EN EL RING
Su debut como luchador fue bajo el nombre Géant Ferré, una especie de paralelo al norteamericano Paul Bunyan. Su carrera fue muy rápida y exitosa, tanto que la siguiente ocasión que visitó a su familia en su granja fue a bordo de un Rolls Royce nuevo. Nadie lo reconoció hasta que bajó del auto.
Por el resto de su carrera el público se había acostumbró tanto a verlo que ya no se impresionaban, así que André se unió a una promoción ambulante, algo así como un circo, donde era presentado como Monster Eiffel Tower, porque francés y gigante ¿eh eh?
Durante una de estas giras es que conoció a Frank Valois, quien se convirtió en su agente, y sobre todo en su amigo, y con quién comenzó a recorrer el mundo y hacer fortuna de verdad.

LOS CAMINOS DE LA VIDA
Para 1970, con casi 25 años cumplidos, su leyenda creció tanto que tuvo su primera gira en Japón; y fue aquí que la realidad le dio su primer gran golpe.
En un chequeo médico de rutina (curiosamente André nunca había tenido uno de estos en su vida) le diagnosticaron acromegalia, un tumor benigno que crece en la glándula pituitaria haciendo que libere demasiada hormona del crecimiento, lo que hace que el cuerpo siga desarrollándose a niveles rápidos, haciendo crecer las extremidades, rostro, mandíbula y nariz, pero haciendo que los órganos internos se desgasten de manera más veloz.
El diagnóstico fue que no viviría más allá de los 40 años. Esto, en vez de echarlo para abajo, hizo que André deseara “crecer” (no pun intended) más rapidamente en su carrera, y la mejor manera de hacerlo era yendo a América.
En 1971 comenzó a luchar en Canadá bajo el nombre “el gigante de los alpes franceses“, donde sorprendió al público no solamente con su tamaño sino también con su agilidad.
André era capaz de hacer movimientos aéreos que no se veían naturales en alguien de su tamaño. Sin embargo la sobreexposición y el miedo de sus compañeros a ser lesionados accidentalmente por su fuerza monumental, hicieron que sus luchas fueran menos concurridas hasta que su chispa se apagó.
Éste podría haber sido el final de la carrera de André de no haber conocido a Vince McMahon (padre de Vince K. McMahon, actual presidente y dueño de la WWE), quien decidió darle un giro a su personaje convirtiéndolo en una fuerza incontenible y en un objeto inamovible. Sin acrobacias creó al verdadero monstruo, pues hacía la promesa “a donde vaya el gigante ira el dinero”. La leyenda de André siguió creciendo y cimentando las bases para la WWF.
ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA
En 1975, el promotor y luchador emblema japonés Antonio Inoki intentó hacer un gran esfuerzo por “legitimar” la lucha libre frente a la comunidad internacional y su mejor idea fue crear un evento en el que él se enfrentaría al mejor boxeador del mundo, en esos momentos Muhammad Ali, pero para completar el cartel decidieron poner una pelea adicional: André el gigante contra Chuck Wepner (cuenta la leyenda que Wepner es la inspiración de la vida real para Rocky).
El evento fue un desastre total, pero nos dió material de referencia para la pelea de Rocky VS Thunderlips en Rocky III, y esa lucha impulsó tanto la carrera de André que al siguiente año apareció como Pie Grande en “El Hombre Biónico”. Fueron solamente dos episodios pero André los disfrutó mucho.

UN MUNDO RARO
A la par que su fama y fortuna crecían también lo hacía su dolor. André vivía en un mundo que no estaba hecho para él, no podía ir a ningún lado sin atraer las miradas, no había nada en el mundo, ni siquiera un tenedor y cuchillo, que él pudiera usar sin problemas, y por eso se refugiaba en el alcohol, y no hablamos de una copita ocasional.
André tenía un severo problema de alcoholismo, al grado de que en un viaje de la arena al hotel podía beberse dos cases completos de cerveza, es decir 48 latas, alrededor de 13 litros, de una sentada.
Su ritmo de bebida crecía y su depresión también, su tamaño hacía que le doliera todo, todo el tiempo. Mientras su ritmo de lucha disminuía, sus problemas en general crecían.

LA DECISIÓN DE UNA NUEVA GENERACIÓN
A principios de los 80 había una nueva camada de super estrellas en el mundo de la Lucha Libre encabezados por un joven rubio y corpulento conocido como Hulk Hogan.
En este tiempo, la salud de Vince senior comenzó a empeorar por lo que Vince jr. comenzó a tomar las riendas del negocio familiar, y junior tenía grandes grandes ideas para la compañía.
André siempre llevó una buena relación con Vince jr. sin embargo su salud se deterioraba cada vez más, su cuerpo llegó al nivel en el que sus huesos podían fracturarse por su propio peso y esto sucedió en 1983, afortunadamente había una forma de llevar esta lesión al cuadrilatero y por lo tanto André pudo dejar la lucha unos meses para recuperarse.
A su regreso se encontró con una compañía completamente distinta. Una de las reglas no escritas de la lucha libre estadounidense era “you shall not poach“, traducida burdamente “no robarás”, esto se debía a que los diferentes territorios tenían sus propias promociones con luchadores establecidos, y con algo de suerte con una aparición semanal en la televisora local.
Vince junior acabó con todo esto, comenzó a llevar talento de todas las promociones a su nueva compañía (WWF) con grandes contratos y promesas de apariciones televisivas a nivel nacional.
André trabajó con muchos talentos nuevos, mientras su cuerpo llegó al limite de su crecimiento por lo que su cara comenzó a sufrir varios cambios muy notables: le creció la frente, la nariz, sus órganos siguieron fallando, su cuerpo seguía estando en dolor constante.

ENTRE PRINCESAS Y EL ALCOHOL
En 1986 se tomó un tiempo lejos para poder operarse la columna, tenían que descomprimirla, y en este tiempo apareció en una pequeña película llamada “La Princesa Prometida”.
Aquí su legendaria capacidad para beber apareció una vez más pues una vez bebió tanto que nadie pudo levantarlo para llevarlo a su hotel y lo dejaron dormir en el set.
En otra ocasión, el director Rob Reiner tuvo que pagar una cuenta de bar de $40,000 dólares pues André “solamente seguía tomando”.
EL GIGANTE CONTRA HOGAN
Su regreso a WWF fue algo muy esperado y sorprendente. Volvió como un gran rudo para enfrentarse a Hulk Hogan. Su tarea era muy sencilla, elevar a Hogan como el nuevo rostro de la compañía y lo hizo espectacularmente.
La rivalidad fue creciendo poco a poco, culminando con un segmento en “Pipers Pit” (una sección conducida por Rowdy Roddy Piper) en el que André exigía el respeto de Hogan, le reclamaba que nadie nunca le había ganado una lucha por lo que se merecía pelear por el campeonato (Hogan era el campeón en ese momento), para terminar arrancando la camisa y una cadena de cruz que usaba Hogan directamente de su pecho. Esto encendió a los televidentes y dio el precedente para la lucha más grande de Hogan.
A pesar de que André seguía en recuperación por su operación de columna dio lo mejor de sí para hacer esa lucha algo memorable. Terminó cuando Hulk Hogan levantó a André y le aplicó un bodyslam, algo que nadie había conseguido antes*, y mantuvo su campeonato.
(De hecho anteriormente Stan Hansen, Harley Race y Canek lo habían hecho, pero shh, no le digan a Hulk).

LA GIRA DEL ADIÓS
André siguió luchando regularmente con WWF hasta 1992, donde tuvo rivalidades con Macho Man Randy Savage, Jake The Snake Roberts y Big John Studd.
Posteriormente emigró a Japón (AJPW) y realizó algunas giras en México (UWA) presentándose alrededor de todo el país, y en el transcurso ayudó al talento naciente a llegar a las grandes ligas.
Aunque ya no podía moverse demasiado o hacer grandes movimientos se notaba todo el amor que le tenía al deporte y el cariño que le profesaban los fanáticos.
Su gira final en México la realizó entre abril y mayo, generalmente en combates de equipos de 3 personas.
Su lucha final la realizó en Japón en diciembre de 1992.

LA PARTIDA DEL GIGANTE
En enero de 1993 regresó a Francia para el funeral de su padre, sin saber que no regresaría a su rancho en Carolina del Norte.
Falleció el 27 de enero en su habitación de hotel, a causa de una falla cardíaca.
Sírvase este texto como un recordatorio y semblanza de la vida de un Gigante entre humanos.
