Durante años, las opciones de decoración para Halloween no pasaban de imágenes de cartón, calabazas (reales o de cerámica) con velas dentro y tal vez algún maniquí disfrazado o figura de plástico moldeado, pero en 1987 Telco llegó para cambiar completamente el juego de la decoración de temporada con un concepto que ahora vemos muy seguido en este tipo de decoraciones: movimiento.
Así fue como nacieron los primeros motionettes, con seis modelos diferentes: Bruja, Fantasma, Espantapájaros, Vampiro, Monstruo de Frankenstein y Esqueleto, éste último muy elegante con su sombrero de copa. Estas figuras eran sumamente toscas, de alrededor de 60 centímetros de alto, con accesorios de metal y motores muy similares a los que usaban los displays navideños en tiendas. Movían la cabeza, los brazos y tenían luz integrada y se conectaban a la corriente eléctrica. Fueron un éxito inmediato, la gente estaba vuelta loca por volverlos parte de su decoración en Halloween.
En 1987 estas figuras volaban de los estantes, y para 1988 Telco inició una serie de cambios en los rasgos de las figuras, además de crear una línea adicional de figuras más pequeñas, de alrededor de 45 centímetros, que funcionaban con pilas e incluían algo de sonido. Las figuras que más cambios sufrieron fueron el fantasma y el espantapajaros, Al primero se le dio una cabeza de calabaza en vez de la tradicional forma “de sabana”, el segundo dejo de ser completamente de tela para tener brazos y cabeza de plástico moldeado. Las figuras que sufrieron menos transformaciones fueron la bruja y el vampiro, modelado a semejanza del Drácula de Christopher Lee.
En 1988 el catalogo de horrores de Telco se amplió para incluir murciélago, diablo, hombre lobo y gorila. Con características diferentes a sus antecesores, como ojos que brillaban en rojo o naranja, esta “oleada” de figuras vio sus primeras exclusivas cuando K-Mart vendió una bruja con cabeza distinta y al Fantasma de la Ópera. Ese fue el momento en el que la fiebre por estas figuras inició. Habían dejado de ser un mero objeto para decorar en Halloween y los “Monster kids” las estaban comprando para aumentar sus colecciones, especialmente aquellas que simulaban a los monstruos de la Universal.
Tras estos lanzamientos, el furor por las figuras y la creatividad de Telco se vieron melladas, lo que los orilló a tomar medidas drásticas como la inclusión de los personajes “bug eyed“. Este tipo de ojos, saltones y vidriosos, hacían ver a las figuras como si estuvieran enojadas o dementes. Aunque en su momento no fueron tan exitosas, son las que se han convertido en los verdaderos objetivos para los coleccionistas, pues son sumamente difíciles de conseguir y su valor se ha elevado al doble o triple. Desafortunadamente también se les ocurrió crear versiones a las que les brillaba la cabeza, pero para lograr el efecto deseado debían cambiar los tonos del plástico que utilizaban durante el moldeado. Esto hizo que Drácula y el Fantasma de la Ópera se volvieran extremadamente pálidos, con lo que se perdían los rasgos de sus rostros, y el monstruo de Frankenstein salió amarillo, cosa que no agrado nada a los fans.
Para 1991 el furor por los motionettes había pasado y el mercado de la decoración para Halloween estaba sobresaturado. ¿Cómo iba a superar Telco este obstáculo casi imposible? La respuesta fue sencilla. Se aliaron con una de las marcas de monstruos más reconocidas internacionalmente y así nació uno de los productos más deseados por los fanáticos: la serie de motionettes de Universal. Ésta incluía a Drácula, el monstruo de Frankenstein, la Criatura de la laguna y el Hombre Lobo. Todos los personajes tenía diseños de cuerpo y ropa aprobados directamente por Universal Studios y fueron lanzados en formato eléctrico (53 centímetros) y de pilas (45 centímetros).
Estas figuras lograron re-posicionar a Telco en el gusto del público y fueron tan bien recibidas que a la línea se sumaron la Novia del Monstruo y la Momia, pero llegaron en el momento en el que Telco decidió enfocarse en las figuras de 18 pulgadas para reducir costos, así que, aunque existen las figuras grandes de la Novia y la Momia, son difíciles de conseguir.
Ése fue el último esfuerzo fuerte de Telco por mantenerse relevante. El trato con Universal no duró más de un año y al terminar regresaron a sus figuras genéricas, que se mantuvieron vigentes hasta finales de los años 90, pero ahora son sólo una reliquia de la decoración. Aún así, no hay que olvidar que fueron estas figuras las que cambiaron el juego para todos los amantes del terror.