Corría el año de 1998.
La moda era horrenda, el mundo de la animación estaba en una de sus mejores épocas con Hey Arnold, La vida moderna de Rocko, Spider-Man TAS y Batman TAS. Los niños de los 80 y los 90 íbamos en kinder o primaria, continuaba la rivalidad legendaria de Sega v Nintendo: Dawn of PS1, y en los cortes comerciales aparecían los adorables y siempre queridos personajes de Nintendo corriendo felizmente por la pradera y rompiéndose la cara a golpes como buenos hermanos.
Para sorpresa de muchos, Super SMASH Bros. para Nintendo 64 salió de la nada, y para sorpresa de nadie fue un éxito instantáneo para la gran N. Once de sus más queridos personajes y Luigi compartiendo el escenario para resolver la duda que los nerds se hacían desde una década atrás: ¿quién ganaría entre Mario, Link, Kirby y Donkey Kong si se agarraran a madrazos?
90’s NOSTALGIA SMASH!
La respuesta a esta interrogante variaba en cada partida pero lo que no variaba era la diversión que traía el tratar de resolverla, especialmente en casa de mis primos. Era una respuesta sencilla ya que habían tenido tiempo de practicar por semanas con Donkey y Link y yo sólo iba los fines de semana a tratar de entender qué era Kirby, esos eran los buenos tiempos. Aún si terminaba perdiendo, la mayoría de los encuentros eran divertidos.
Pero como nada es eterno, esa etapa de la vida llegó a su final y todos siguieron con sus vidas y sus actividades apartados de la familia. Pasaron los años y ya nadie quiso comprar los más nuevos juegos de SMASH Bros. y las reuniones para jugar con el viejo N64 se volvieron esporádicas y dependían de si la consola decidía funcionar o si necesitaba reemplazar alguna de sus viejas piezas. Así fue como pasamos la infancia y la adolescencia, sin disfrutar en familia del competitivo SSB Melee, del poco inspirado SSB Brawl o del dinámico SSB for (Wii U/DS).
Como dije, no todo era desgracia, a veces volvíamos a juntarnos para recordar las peleas de los viejos tiempos, restablecer la jerarquía familiar e inducir a los primos más jóvenes al vicio de los videojuegos. Los buenos tiempos no murieron, sólo se arrastraban por lo vieja y rutinaria que se sentía la tradición familiar. Faltaba sangre nueva y no, no la de los primos pequeños. Y un día como ningún otro el cielo se iluminó y anunció que:
¡TODOS ESTÁN AQUÍ!
Ahora como adultos nos encontrábamos ante el evento crossover más grande de la década (¡Quítense, Avengers! Mario y compañía llevan 20 años haciendo esto y traen 75+ personajes y 900+ tracks musicales) y pocos días después del lanzamiento nos volvíamos a reunir con ánimos renovados, con primos más jóvenes, más amigos y con nuestros controles para revivir los buenos tiempos y decidir de una vez por todas quién ganaría entre Kirby, Link, Donkey, Ryu, Cloud, Pac-man, Bayonetta ¡y uno de Fire Emblem que nadie conoce!
Corre el año de 2019 y los buenos tiempos continúan.
Pd.: Smash Bros. Ultimate es un juego de Nintendo Switch y este año espera añadir 5 nuevos peleadores para acompañar a los 75 actuales.
Ppd.: Nintendo no me paga por escribir estos artículos, aunque deberían considerarlo #NintendoGiveMeFreeStuff